Fue en el mes de mayo de 1970, cuando jugando en una de las entonces nuevas canchas de futbol de la Ciudad Deportiva, hoy llamada Braulio Fernández Aguirre, sufrimos doble esguince, en ambas piernas, por el mal estado del terreno de juego. El problema es que en pocos días teníamos que viajar a la ciudad de Guadalajara.
Durante algo así como mes y medio debíamos estar cubriendo el campeonato Mundial de Futbol, y había ocurrido tal percance. Afortunadamente en casa todo mundo se acordó de Ricardo Luna Soto, masajista de la Ola Verde, y pronto le llamamos por teléfono.
Con su amabilidad de siempre contestó ¿Cómo estás cabezón? y le platicamos lo que nos había ocurrido. Esa misma noche y las siguientes, Richard estaba en nuestra casa dándole atención a nuestros lastimados tobillos. E hizo milagros. En poco tiempo podíamos caminar y así pudimos cubrir nuestro primer Mundial.
Esto lo recordamos esta misma semana, cuando por circunstancias diferentes resultamos con una lesión en una pierna. Qué capacidad la suya para aliviar el dolor de tantos deportistas. Sigue activo, atendiendo las fuerzas básicas de Santos Laguna, pues cuando llegó Daniel Guzmán lo desplazó para darle cabida a uno de sus protegidos.
Richard nunca se quejó ni protestó, pues ama lo que hace, atendiendo jovencitos que inician su andar por las canchas del nuevo Territorio Santos Modelo. De la mano de él se hicieron muchas figuras aunque tiene a sus llamados hijos predilectos, entre los que sobresale Pedro Muñoz.
Richard que hiciera gran pareja con el Dr. Jorge Galván Zermeño, habla de retirarse, lo que terminantemente le prohibimos, pues tiene mucha fuerza y capacidad para seguir atendiendo a quienes tienen problemas con su cuerpo, dentro del renglón físico. Al contrario hay que pensarle en ofrecerle un gran homenaje y que siga adelante.
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