En México siempre ha habido muy buenos futbolistas, pero muchos se pierden en la obscuridad del olvido por falta de oportunidades, al caer en manos de técnicos ciegos e incapaces. De lo anterior tenemos muchos ejemplos y que periódicamente hemos señalado.
Ahí está el caso del lagunero Oribe Peralta, de quien conocemos sus virtudes y sus defectos dentro de la cancha, pesando más los primeros. Sin embargo, desde que muy joven salió de Cesifut, de Ciudad Lerdo, ha sido poco aprovechado por los equipos que ha pasado.
Llegó a la Comarca, su tierra, y aquí ha hecho ya algunas cosas buenas. Quizá no se refleja su rendimiento anotando goles, pero sí tiene influencia en el accionar ofensivo, y podríamos decir que hasta en el defensivo, pues su condición física le permite andar por toda la cancha.
Con méritos suficientes, lo mencionábamos en esta columna hace unos días, para que fuera tomado en cuenta por Chepo de la Torre, y ayer desayunamos con la grata noticia de que está ya en la lista de los 30 convocados para la Copa Oro, de los que se escogerán definitivamente 23.
Pero habrá más oportunidades en la Copa América posteriormente, y aquí esperamos el llamado de más santistas, como son los casos de Juan Pablo Rodríguez, Fernando Arce y del mismo Iván "Guti" Estrada, amén de algunos jóvenes que se asoman ya en Primera División.
Pasando a otra cosa, gusto nos dio conocer que ayer, previo al encuentro del Rebaño y Rayados, se ofreció un merecido homenaje a varios técnicos que estuvieron en Chivas, entre ellos nuestro querido y estimado Arpad Fékete, a quien nos gustaría tener un día de visita en esta tierra donde dirigió al Laguna.