Vía correo electrónico, llamadas telefónicas y personalmente, ayer nos reclamaban no habernos ocupado de tantos y tantos que estuvieron en los medios laguneros, dejando su herencia y aportación a esta hermosa realidad deportiva que hoy vivimos.
Nos hablaban por ejemplo de don Félix Alonso, amo y señor de las transmisiones del beisbol, de Héctor Gómez Romero, de Carlitos Hernández y sus "Goles de Café", un brillante joven colaborador siglero que se fue temprano, de Arturo Cadivich Michelena, el gran amigo y maestro.
De gente brillante que afortunadamente aún vive, como el ingeniero Alejandro Díez, el crítico de críticos, de Rafael Lara García, de los pioneros del futbol en la Comarca, de Pepe Ventura Chávez, el gran señor de la crónica taurina junto con Manuel Rodríguez Orduña.
Y luego ampliaban las características y cualidades de los que mencionamos, especialmente de gente como Armando Navarro Gascón, de la excelente presencia e incomparable voz, de la forma tan alegre con la que Alonso Gómez Uranga vio la vida hasta el último de sus días.
Tenía su toque especial para decir las cosas. A nosotros cuando nos encontraba nos saludaba de "Eee Roals ¿no ha visto al Dr. Tirán Lira?". De Jaime Aguilera nos gustaba su forma de ser, amigable y bonita, pues no tenía egoísmo para enseñarnos secretos del deporte.
Héctor de Antuñano y Lora venía de la Ciudad de México. En EL SIGLO trabajó de todo, en anuncios y ayudándole al profesor Durón en la crónica deportiva. Tocaba la guitarra y cantaba muy bien. Regresó a la Capital para fundar revistas deportivas y falleció hace poco. Trabajaba en la Cámara de Diputados.
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