En el Clausura 2006, Josep Guardiola, hoy técnico del Barcelona y uno de los más cotizados del momento, estaba jugando con Dorados de Sinaloa, en su paso fugaz por la Primera División. Hoy estará dirigiendo al cuadro catalán que se enfrenta a Manchester United.
En aquel entonces, Guardiola tenía de compañero en la defensa a Iván "Guti" Estrada, en la portería a Cirilio Saucedo y en la delantera a Sebastián "Loco" Abreu. Jared Borgetti ya no estaba ahí pues había pasado al Pachuca. Juan M. Lillo había traído a México a su amigo Josep.
Sería la despedida de las canchas del jugador catalán, donde había destacado desde muy joven cuando lo debutó Johan Cruyff. Hoy, al frente de los Diablos Rojos sigue Alex Ferguson, quien anhela ganar al cuadro español que hace dos años lo derrotó con gran actuación de Lionel Messi.
Lo decíamos ayer, Ferguson tiene gran confianza en Javier "Chicharito" Hernández, la gran revelación de este año en toda Europa, a donde llegó para cumplir muchos sueños, obligando su presencia al trabajo extra de gente que ya estaba en la hamaca como Rooney y Owen.
A la 1:45 de la tarde, la hora en que las señoras de la casa empiezan a servir la comida, usted pida que sus platillos los lleven frente al televisor, donde no deberá perderse uno de los encuentros más interesantes de este año, y donde pocas veces quienes lo presencian quedan defraudados.
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Porque a la capacidad ofensiva de los rojos se interpone la eficiencia de los defensores catalanes, fuertes y muy hechos a soportar el fragor de la batalla, sólo que esta vez los del Manchester cuentan con la habilidad de un joven tapatío que ha alborotado a todo México.
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