Hace un año, cuando estuvimos en Sudáfrica en el último campeonato mundial de futbol, vimos muchas cosas en contra de la organización del gran evento, sobre todo lo relacionado al transporte y al estado de varios estadios, como el de Pretoria, obsoleto e inseguro.
Por ello nos inquietan las noticias que llegan de Brasil, donde, a tres años de la gran justa, no hay avances significativos, y dicen los que conocen, que al paso que van las cosas, la terminación de estadios y detalles inherentes estarían terminados hasta el 2038.
Atribuyen los retrasos a la pésima planeación y sobre todo al incremento en los costos de las obras, lo que ha detenido el avance en la reconstrucción del Maracaná, el que fuera el mayor estadio del mundo, hoy en completa remodelación.
Después de haber estado en lugares como el Azteca, el Territorio Santos Modelo, el de Chivas, el Jalisco, uno no tiene que envidiar nada a nadie. Estuvimos en un principio en la gran vasija africana de Johannesburgo, donde fue la inauguración, y a pesar de la remodelada, nada que comparar con muchos de nuestros estadios.
Ayer mismo, varios representantes de los equipos que ya están aquí, así como de FIFA, estuvieron en el Territorio Santos Modelo, quedando impresionados con lo que vieron y elogiaron, y conste que falta la segunda etapa que algún día habrá de construirse.
Se ha preparado un equipo especial dentro de la organización santista para atender a los muchos visitantes que ya empezaron a llegar, comprendiendo equipos foráneos, autoridades y aficionados de muchas partes el mundo que estarán por vez primera en esta bendita tierra lagunera.
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