Lo que más gusto da es que sea un técnico mexicano, acompañado de un cuerpo técnico también de nuestro país, el que al parecer por fin va encontrando el camino a la superación de nuestra Selección Mexicana de futbol, tal como se vio en el primer tiempo ante Costa Rica.
Los jugadores, también todos nacidos en nuestro suelo, se daban de azul, controlando el balón, con pases cortos y largos de primera intención y gran precisión, y sobre todo con culminaciones certeras, como lo demostraron Rafa Márquez, Andrés Guardado y Pablo Barrera.
Claro que hicieron también falta los goles del "Chicharito" Hernández, pero ya quedarán para próxima ocasión, mientras sigamos avanzando en esta arrolladora Copa Oro, donde nuestros actuales seleccionados le siguen mostrando a sus directivos cuál es el camino a seguir.
Nunca más nos imaginamos tener como técnico nacional a un tipo como Ricardo Antonio La Volpe, creído, pagado, malhumorado, con actitudes despóticas para todo mundo, incluyendo muy especialmente a los medios de comunicación, a los que siempre ha tratado como le da su gana.
Qué diferencia con todos los que integran el cuerpo técnico mexicano. Ojalá nuestros directivos entiendan que aquí, en nuestro futbol, no necesitamos más timoneles extranjeros que sólo vienen a quitarnos nuestros pesos, a burlarse de todos e irse tranquilos a casa después.
No podemos hacernos ilusiones de que ya vamos rumbo al próximo campeonato del mundo, pero sí estamos seguros que nuestro futbol puede avanzar más si le permitimos a los nuestros, técnicos y jugadores, que saquen la casta pues el honor está de por medio.
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