Saúl "Canelo" Álvarez ha vuelto a triunfar, ahora ante el británico Ryan Rhodes, a quien pudo vencer en los primeros rounds pero como que el tapatío quería entrenar para futuros y más difíciles compromisos, así que fue hasta el doceavo asalto cuando complació a sus fans.
Éstos le pedían terminara con otro nocaut el combate, pero el pelirrojo no se apuraba, parecía continuar la diversión que inició antes del combate, en el mismo vestidor, donde bromeaba con sus asistentes y mostraba la seguridad y confianza que tiene en sus puños.
Viéndolo sobre el ring del Auditorio Vicente Fernández, "El Canelo" nos hizo recordar aquellos años en los que antes de la sesión de la Sección 8 del SITAG, a la que pertenecimos cuando llegamos a este diario, visitábamos la Arena Obrero, ubicada en Abasolo casi esquina con Falcón.
En esa arenita nos adentramos en el mundo de las orejas de coliflor, viendo los entrenamientos de César Saavedra y de los Leaño. Y es que al mediodía se entrenaba ahí y los fines de semana eran las funciones en el pequeño recinto, lleno hasta los topes.
Era un lugar muy céntrico, pues quedaba atrás de la Escuela del Centenario, y en la Arena Obrero entrenaban todos los pugilistas que venían a la Comarca, ya sea a pelear ahí o en otros lugares de más postín. Ahí conocimos a Luis Castillo "El Acorazado de Bolsillo".
Pero el día más inolvidable fue cuando tuvimos la oportunidad de estar cerca de Kid Azteca, el famoso boxeador orgullo de México, y quien visitó la Arena Obrero invitado por Héctor de Antuñano y Lora, compañero nuestro, quien era familiar del legendario ídolo.
Mruelas@elsiglodetorreon.com.mx
