México, que pronto caía dos a cero, terminó goleando 4-2 a Estados Unidos con dos golazos de Barrera, uno más de Guardado y el último, por fin, de Giovanni Dos Santos, el ya merito que amenazaba, burlaba pero no podía concretar, hasta que lo logró ayer en Pasadena, para ganar la Copa Oro.
Es el primer examen que pasa a tambor batiente Chepo de la Torre y su equipo, que tanto mérito tiene también en la nueva etapa, donde solamente mexicanos en el campo y en la banca le demuestran a todos que en nuestro país hay material suficiente para triunfar.
Dominaban los nuestros desde un principio, pero fallas garrafales de la zona defensiva, incluyendo a Talavera, permitieron las únicas anotaciones norteamericanas, pero vino por fin la gran reacción mexicana con un Pablo Barrera en plan grande demostrando que este era su torneo.
Aparecieron las lesiones, primero en Carlos Salcido, que había iniciado infiltrado y tuvo que abandonar el terreno para darle oportunidad a Torres Nilo, que dio buenas cuentas, Luego Rafa Márquez pediría su cambio para que lo supliera Reynoso. Chicharito se fue en blanco pero jugó bien.
Estados Unidos no es por ahora la potencia de otros tiempos. Bradley ha recurrido a gente nueva, dejando sólo algunos veteranos como Donovan y Bocanegra, pero ayer mostró carencia ofensiva y de marca.
En cambio Chepo de la Torre debe estar contento, lo mismo Yayo de la Torre y Chava Reyes, por lo que han hecho en su presentación dirigiendo nuestra Selección, un equipo que antes se dejaba en ocasiones en extranjeros que no cumplieron.
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