Ni el futbol escapa de las pasiones, los celos, las envidias, los enojos y todos esos sentimientos propios del ser humano, especialmente de los que faltos de personalidad hacen explotar sus traumas de las más diversas formas, especialmente si tienen el poder temporal en las manos.
Todo lo decimos por el gran lío que está causando Ricardo Texeira, presidente del futbol brasileño y con el mismo cargo en la organización del Mundial 2014, a celebrarse en el bello país del Amazonas. Y es que Texeira va de un lío a otro, porque carece de capacidad humana.
Hace tiempo fue involucrado con su exsuegro, el famoso Joao Havelange, en un presunto caso de corrupción, dándole mayor difusión diarios ingleses un tanto escandalosos. No prosperó el caso y al parecer todo había quedado superado, pero Texeira es quizá descendiente de sicilianos, pues no olvida y menos perdona.
No hace mucho lo quiso entrevistar un periodista del Daily Mail y cuando Texeira supo de dónde provenía el reportero, no sólo se negó a conceder la plática sino que lanzó insultos contra la prensa inglesa, diciendo que son corruptos. Esto ha puesto un oportuno aviso de quién es don Ricardo.
Eso no es lo más grave, pues el susodicho dirigente la ha emprendido contra Pelé, negándose a tenerlo cerca y no invitándolo el pasado sábado cuando se realizó el sorteo de los 166 países que estarán en la eliminatoria buscando un lugar para el próximo Mundial.
Y ya habíamos comentado aquí que a Pelé lo había designado la nueva presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, como Embajador Especial, lo que ignoró Texeira, permitiendo que El Rey sólo estuviera de mirón. Así se las gastan los que están al frente de algunos sectores del Deporte, que se sienten enviados por Dios e intocables.
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