Gran riesgo corren los equipos mexicanos que van a canchas de equipos centroamericanos, donde se practica un futbol fuerte, a veces demasiado brusco, tolerado por la Concacaf, que así seguirá, por los siglos. Y a este tipo de futbol hay que ir lo mejor preparado.
Porque no se puede decir que es mal intencionado, sólo que es una manera distinta de ver y practicar el balompié, que sin embargo ha progresado. Todo esto lo volvimos a ver la noche del pasado miércoles, cuando Santos Laguna fue a Tegucigalpa, Honduras, a enfrentar al Olimpia.
Parecía que Santos tendría un día de campo al iniciar las acciones, y especialmente cuando con cierta facilidad, por la falta de capacidad defensiva de parte de los catrachos, Santos se fue arriba, con tanto anotado por Christian Suárez que sigue dando buenas cuentas.
Pero fue apareciendo la reacción de los locales, primero con un futbol fuerte, salvándose de la expulsión jugadores como Portillo, que una y otra vez repartía leña, pero los Guerreros siguieron en lo suyo, mostrando buena condición física.
Y es que el trabajo de Javier Leonardo Bustos, preparador físico, está dando sus frutos. Javier estaba advertido que Santos estaría en dos torneos y se puso a trabajar para tener a sus jugadores en ritmo y forma, y lo ha ido logrando.
Tenían que aparecer las facultades de Oswaldo, quien vive una muy buena época en su larga carrera, dando seguridad, parando todo y deteniendo hasta un penal, con lo que se ganó la distinción del Jugador del Encuentro. Y lo mejor es que se salió airoso, aunque con dificultades, de una cancha muy difícil.
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