Curiosamente, a mediados de semana anduvimos con Alejandro Irarragorri, Gustavo de Villa, José Miguel Martínez y Roberto Fernández por sitios interesantes de nuestra Comarca, mostrándoles lo feliz que vivimos en esta tierra muchos de los que no nacimos aquí.
Ahí hablamos de los momentos difíciles que vive nuestro país por la inseguridad, y Alejandro nos preguntó qué pensábamos al respecto. Le dijimos que deberíamos estar tranquilos, pues la situación no estaba dirigida a la gente que lucha y busca superarse, menos a los deportistas.
Cuando en el atardecer del sábado, y ya casi terminaba el primer tiempo entre Guerreros y Monarcas, empezamos a oír los disparos de arma de fuego, pero no sabíamos de dónde procedían. Ocurre en estos casos que uno los ubica muy cerca, aunque estén lejos, por el miedo o no sé qué.
Pero tampoco, aunque nos movíamos casi a gatas de un lado para otro buscando a nuestros seres queridos, no veíamos heridos, menos muertos, ni escuchábamos gritos de dolor, sólo veíamos gente asustada, entre ellos muchos conocidos que buscaban dónde guarecerse.
Y nos vinieron a la mente los felices momentos que apenas el miércoles habíamos disfrutado con la plana mayor de Santos Laguna en hermosos lugares comarcanos. Qué pensaría Alejandro Irarragorri de nuestras palabras, después de lo que ocurría.
Fue el mismo presidente santista el que fue al centro de la cancha, acompañado por Oswaldo Sánchez y otras personas, a decir que no había lesionados, que la balacera ocurrió afuera del estadio. La calma volvió al río y seguimos pensando que no hay que correr sino afrontar unidos la situación que vivimos y seguir adelante.
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