Con "una cascarita" muy parecida a la que tuvo entre semana el nuevo cuerpo técnico de Santos Laguna ante los medios locales, el equipo de la Comarca despachó sin mayores problemas anoche su partido de la Liga de Campeones, ante el Isidro Metapán de El Salvador, goleándolo 6-0.
O sea que salieron mejor librados los periodistas locales, que cuando menos anotaron de penal un gol, quedando el marcador final 6-1, en cambio los dirigidos por el gordo Portillo ni siquiera pusieron en aprietos a Miguel Becerra, que fue uno de los pocos espectadores que ayer fueron al Corona.
Los goles empezaron por conducto del zacatecano José María Cárdenas y siguieron por cuenta de Darwin Quintero que pudo anotar más, y de Oribe y hasta de Carlos Ochoa, siendo dos de Oribe y dos de Darwin, que pudieron ser muchos más de parte del colombiano, pero ya sabe, falló.
Lástima de la entrada tan pobre que tuvo el Estadio Corona, porque la actuación de la gente del Benja fue buena en términos generales, pero El Maestro tendrá que enseñarles a sus alumnos cómo tirar a la primera intención, lo que han olvidado.
Santos empieza a jugar diferente, aunque hace falta que se integren Adomaitis y Héctor López, que están en la banca con una gran comodidad, sin aportar nada para apoyar a Benjamín, a menos que lo hagan en los entrenamientos.
Por todo lo anterior, será interesante ver cómo se desempeña Santos revitalizado el próximo domingo cuando en el Cuauhtémoc esté enfrentando al Puebla que dirige Sergio Bueno, quien tiene muchos deseos de decirle a la Comarca que mereció otra cosa aquí.
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