Hacía tiempo que Santos Laguna no era tan zarandeado, tan goleado como ocurrió la tarde de ayer en el Tres de Marzo, y es que en la semana estuvimos hablando de los imponderables que tienen que hacer su aparición cuando el equipo de la Comarca lucía como uno de los mejores del torneo.
Hablamos aquí de las expulsiones, de las lesiones, de las ausencias y para rematar ayer iniciábamos este espacio diciendo: cuidado, Estudiantes de la mano de Raúl Arias será difícil. Y a los pocos minutos de iniciado el encuentro al equipo lagunero lo empezaron a descobijar.
Parecía que a Benjamín Galindo le volvía a acompañar la buena suerte que se le ha aparecido en varios encuentros, aunque también sus jugadores han puesto su parte. Pero ayer cuando vimos la alineación con Carlos Ochoa adelante, dijimos: vamos mal.
Y la zona defensiva, recordando los tiempos cocacoleros, se amontonó atrás y permitió los dos goles de Hércules Gómez. Parecía, al iniciarse la segunda parte, que Santos Laguna, ya con diez hombres por la temprana expulsión de Rodolfo Salinas, mostraba otra cara.
Y ya con otra actitud Darwin anotó golazo y lo mismo hizo "El Guti" Estrada. Sería todo porque Arias hizo ajustes en la cancha, sacó y metió hombres de refresco que pronto humillaron a los visitantes aplicándoles la goleada de 5 a 2 como no ocurría hace tiempo.
Tiempo para acallar los tambores y las trompetas, que ya estaban haciendo mucho ruido, y ponerse a trabajar. Faltó Baloy, castigado, faltó Ludueña lesionado y Oribe Peralta queriendo hacerlo todo en una selección que no se le ve por dónde pueda salir adelante.
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