En nuestra edición del domingo 20 publicamos en la página 10 de la Sección F un recordatorio del doctor Juan Álvarez Acevedo y cerca también la esquela del doctor Rodolfo Mena García, al primero no lo tratamos pero lo admirábamos, con el segundo tuvimos gran amistad.
Casi desde que llegamos a esta casa editora conocimos al doctor Álvarez Acevedo por su dedicación y entrega a la niñez y juventud. Fue el profesor Francisco G. Durón, que fue jefe de Deportes en este diario, quien nos comentó que el médico era gran impulsor del scoutismo en la región.
La ocasión que por primera vez vimos al doctor Álvarez Acevedo usaba sus pantalones cortos, de los boy scout. Iba al frente de un desfile. Cuando eran niños nuestros hijos los llevamos a pertenecer al movimiento scout, donde aprendieron a ser útiles a su familia y a la comunidad.
Y así supimos de la figura tan importante que tenía el doctor Álvarez en esa gran tarea de hacerse valer por ellos mismos a los niños y jóvenes que llegan al Movimiento Scout. Del doctor Rodolfo Mena podemos escribir tantas cosas bonitas. Fue el que nos atendió en esta casa un día.
Eran los tiempos en que casi vivíamos aquí 24 horas diarias. Estudiábamos, trabajábamos y de pilón hacíamos deporte. Un día, bajando las escaleras nos desplomamos. Nos había vencido el cansancio y las desveladas. Fue llamado de urgencia el doctor Mena y nos atendió muy bien.
Supimos que fue sobresaliente deportista de los equipos de basquetbol de don Alfonso Esparza, y mucho nos ayudó con empleados de El Siglo que sufrían accidentes o estaban enfermos. Lo hizo siempre sin cobrar. Cómo olvidarlo. Así que agradecemos aquí lo que hizo en la vida.
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