Con el estilo que ha patentado Santos Laguna, de hacer sufrir a su afición, pasó a su octava final al vencer ayer 3-2 a Monarcas, equipo que salió del letargo hasta el 70 cuando Tomás Boy sacó al Negro Sandoval y utilizó a Ángel Sepúlveda, que anotó en menos de 10 minutos 2 goles.
El encuentro arrancó con emociones, teniendo las primeras oportunidades el cuadro de casa, pero Federico Vilar estaba bien parado y apoyado por sus defensas. Pronto Joel Huiqui, con su estilo bronco y pendenciero, empezó a marcar fuerte a Peralta, lo que señaló Chiquimarco.
Luego, en aparatosa caída Ludueña resultó lesionado, siendo suplido por Cárdenas, quien la pasó de espectador en principio, pues no le daban el balón, hasta que a los 33 Darwin Quintero mandó adelante a Peralta, quien fue trabado dentro del área por Huiqui, en claro penal.
Apareció la oportunidad que Santos esperaba y que no desaprovechó Juan Pablo Rodríguez para anotar el primero, ante la algarabía general. Así terminó la primera parte, y a poco de iniciada la segunda, gran pase de Oribe lo capitalizó Suárez con golazo, parecía liquidado el partido.
Y poco después el mismo ecuatoriano Suárez anotaría el tercero y la gente, que no llenó el estadio, celebraba en grande, pero vinieron los cambios y Sepúlveda fue un verdadero demonio haciendo par de goles, uno de chilena, para poner nerviosa a la clientela.
Afortunadamente Aldo Leao fue también expulsado por golpear a Quintero y después Chiquimarco marcó el final, ante la algarabía en las tribunas de gente que disfrutó de una tarde espléndida, sin frío y con mucho calor humano. Ahora a esperar a Tigres o Gallos. ¿Usted a quién prefiere?.
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