Sor Marisel no sólo se ocupa de curar las enfermedades del cuerpo, también las del alma. La religiosa se especializa en cuidar pacientes de la tercera edad, pues dice que son quienes más necesitan de ayuda y amor.
Desde niña anheló convertirse en religiosa y en enfermera. Sor Marisel Estela Silva es originaria de Cajamarca, Perú. Apenas tiene 24 años de edad, pero una larga experiencia en el cuidado de pacientes.
Y es que desde los 14 años ingresó a la orden religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, y estudió enfermería en el instituto Saturnino López Novoa en Lima, Perú.
Sor Marisel decidió especializarse en geriatría porque está convencida de que los adultos mayores son quienes más necesitan de cuidados y amor.
Este seis de enero es el Día de la Enfermera, y Sor Marisel considera que no es una profesión fácil. "Se necesita mucha vocación, dedicación y sacrificio, para atender a los enfermos, sobre todo si se trata de ancianitos. En mi caso, me siento muy contenta de cuidarlos y ayudarlos a que tengan un encuentro feliz con Dios".
El trabajo de las enfermeras, dice, es esencial para salvarle la vida a un paciente, porque son las primeras en atender a un paciente.
Sor Marisel tiene cuatro años en México, y seis meses de estar en Torreón. Dice que se siente contenta de trabajar en el asilo Doctor Samuel Silva.
Vocación. Sor Marisel atiende a los pacientes del asilo Doctor Samuel Silva. EL SIGLO DE TORREÓN / CRISTAL BARRIENTOS