Urge E. Sojo a utilizar datos de Censo 2010
El "verdadero" sentido del Censo de Población y Vivienda 2010 está cuando la información se utiliza para tomar decisiones, evaluar programas, diseñar políticas públicas, investigar o conocernos mejor como sociedad, señaló Eduardo Sojo.
En la presentación de los resultados del Censo ante el presidente Felipe Calderón, el titular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) expuso que se trata de un proyecto nacional, en el que se involucra de una u otra manera a toda la sociedad.
En el Museo Nacional de Antropología e Historia, Sojo Garza-Aldape afirmó que lo que se puede hacer con la información del Censo "es vital y ahí está el desafío", al tiempo que aseveró que "la única forma de que haya valido la pena este esfuerzo, es utilizando" esos datos.
Mencionó que lo primero que muestra el Censo es la continuación de algunas tendencias demográficas, económicas y sociales, dentro de las cuales la primera y quizá la más importante es cómo ha disminuido la tasa de crecimiento de la población.
El funcionario refirió que el crecimiento poblacional en la última década fue de 1.4 por ciento al año, mientras que en la anterior se ubicó en 1.9 por ciento.
Entre las entidades federativas, las de mayor incremento fueron Baja California Sur y Quintana Roo, con 4.0 por ciento y 4.1 por ciento, en cada caso; mientras que la de menor crecimiento fue el Distrito Federal, con 0.3 por ciento.
En materia de fecundidad, informó que los municipios con mayor índice de desarrollo humano se ubican en 2.1 por ciento, que es lo que los demógrafos llaman "la tasa de remplazo generacional", mientras que en los de menor desarrollo la cifra se ubica en cuatro por ciento.
El presidente del Inegi sostuvo que en cuanto a la edad de la población, quizá lo que vale la pena rescatar es cómo crece la población en edad de trabajar, pues los mexicanos de entre 15 y 24 años pasaron de 57.2 a 64.4 por ciento.
Respecto al término conocido como "la mediana", que divide a la gente en dos segmentos, se reveló que en 1990 la población con menos de 19 años fue de 50 por ciento y la otra mitad era mayor, mientras que en el año 2000 pasó a 22 años y en 2010 a 26 años de edad.
En cuanto a la escolaridad, comentó que en 1990 se tenía un promedio de 6.5 años, es decir poco más de primaria, mientras que para 2010 se acerca a 8.6 años promedio, es decir, ya a nivel educativo de secundaria, al tiempo que se ha revertido la brecha entre hombres y mujeres.
Por separado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Mario Sánchez Ruiz, consideró que a pesar de los efectos de las crisis económicas a nivel internacional, la información confirma que México avanza y lo hace en la dirección correcta.
'Ilustra' Moreira alza
Como maestro de primaria, el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Humberto Moreira ilustró los "serios y graves" problemas que enfrentan día a día las familias mexicanas para adquirir los productos de la canasta básica que requieren para sobrevivir.
En conferencia de prensa, Moreira Valdés preparó su presentación y fue destapando uno a uno los productos de primera necesidad que han sido "castigados" por las "alzas" en sus precios durante la administración del presidente Felipe Calderón.
El priista echó mano de productos como "tortillas", "leche", "azúcar", "frijol", "sopas" y "jugos" para ejemplificar las alzas en los precios de los productos de primera necesidad.
Moreira mencionó que uno de los productos que más ha sufrido con el alza de precios es la tortilla, -a pensar de que "es la base de la alimentación" y aproximadamente cada persona en promedio consume 80 kilos de tortilla al año-, pues en 2006 se compraban 9.4 kilos con un salario mínimo diario, hoy sólo alcanza para 5.8.
Después habló del impacto en los bolillos. Mencionó que en 2006 con el salario mínimo diario alcanzaba para comprar 59 bolillos, mientras que hoy sólo se puede comprar con el mismo dinero 39. Su precio era de .80 centavos en 2006 y hoy cuesta entre 1.5 y dos pesos.
En 2006, acusó que el kilo de arroz costaba 6 pesos y con un salario mínimo, los mexicanos podían compraban 7.8 kilos, ahora el kilogramo vale 14 pesos y con un salario mínimo alcanza para 4.1.
