La Tesorería Municipal ejerció un crédito bancario por 20 millones de pesos en diciembre de 2010 sin autorización de la Comisión de Hacienda del Cabildo, y los usó para pagar compromisos financieros, según las cuentas públicas.
El crédito fue contratado con Bancomer el 24 de diciembre, ante la tardanza en recursos estatales y es de corto plazo, pagadero a un mes.
Se destinó para cubrir "emergencias" financieras, como abonos a la compra del nuevo hospital municipal y pagos a algunos proveedores.
El tesorero Pablo Chávez Rossique, reconoció que se recurrió al crédito "de manera emergente, ante la falta de recursos que estaba proyectado recibir durante diciembre del Gobierno del Estado".
Sin embargo, la Ley de Deuda Pública del Estado exige que la Comisión de Hacienda del Cabildo apruebe cada contratación de crédito, lo que no se hizo.
El uso del crédito fue informado ayer en la sesión de la Comisión de Hacienda, en la que se revisaron las cuentas públicas de diciembre de 2010.
Pendientes quedaron 75.5 millones de pesos para pagos a proveedores, que apenas este mes empezaron a recibir abonos surgidos del pago del Impuesto Predial.
Chávez Rossique dijo que el préstamo forma parte de la línea de crédito por 160 millones de pesos autorizada por el Congreso del Estado a la pasada administración.
La síndico de vigilancia, Natalia Virgil, dijo que el trámite "comprueba la falta de liquidez del Municipio".
Señaló que otra evidencia es que en diciembre "apenas tuvo recursos para pagar los aguinaldos".
Virgil Orona cuestionó que el préstamo se contrató a una tasa de interés "muy alta" que tan sólo en los últimos días de diciembre generó 25 mil pesos por este concepto, según la cuenta pública.
Chávez Rossique dijo que el crédito se cubrirá a finales de enero con dinero de la recaudación del Impuesto Predial.
En la cuenta pública también se señala que el Municipio absorbió los 35 millones de pesos de la compra de terrenos de la Gran Plaza y que el Estado no repuso en diciembre, como estaba programado.