Hay una hermosa reflexión que aunque es de autor desconocido, debe haber sido escrita por un hombre lleno de sabiduría, dice:
"Hoy, viajando en un autobús, vi una hermosa muchacha con cabello de oro y expresión de alegría; envidié su hermosura.
Al bajarse, la vi cojear... tenía sólo una pierna y se apoyaba en su muleta, pero sonreía.
¡Perdóname Señor cuando me quejo, tengo dos piernas y el mundo es mío!
Fui después a comprar unos dulces, me atendió un muchacho encantador. Hablé con él, parecía tan contento, que aunque se me hubiera hecho tarde, no me hubiera importado ya que al salir, oí que decía: "Gracias por charlar conmigo... es usted tan amable; es un placer hablar con gente como usted... ya ve, soy ciego..."
¡Perdóname Señor cuando me quejo, yo puedo ver y el mundo es mío!
Más tarde, caminando por la calle, vi a un pequeño de ojos azules que miraba jugar a otros niños, sin saber qué hacer, me acerqué y le pregunté: ¿Por qué no juegas con ellos? Siguió mirando hacia adelante sin decir una palabra: entonces comprendí que no escuchaba.
¡Perdóname Señor cuando me quejo, yo puedo escuchar y el mundo es mío!
Tengo piernas para ir a donde quiero, ojos para ver los colores del atardecer... oídos para escuchar las cosas que me dicen. ¡Perdóname Señor, cuando me quejo, lo tengo todo, y... el mundo es mío!" 1
Preciso 'cual axioma matemático', Vinicius de Moraes afirmaba: "La vida amigo, es el arte del encuentro", así que para iniciar el año nuevo, qué mejor que te encuentres con actitudes nuevas y una de éstas es dejar de quejarte, que a nada te conduce que no sea al resentimiento, al rencor y al odio que rompen tu armonía con el universo.
Sé, sí, de esos genios que hacen de su vida el más maravilloso espectáculo del encuentro con el don de la gratitud; que te conduce a encontrar en cada problema o circunstancia adversa algo positivo, pasando así 'por añadidura', a un espacio superior donde la abundancia de bienes reina en su espacio vital.
Iniciar el año 2011 siendo agradecido, te llevará a reconocerte como parte del milagro de la vida, multiplicando sus bendiciones y las que Dios diariamente te provee, como: la salud, la familia, los amigos, el trabajo, la abundancia de dones, etcétera.
Cuántas veces encontramos personas que tienen oídos y no oyen; ojos y no ven; piernas y no caminan al encuentro de las bendiciones que la vida tiene para ellos. Una buena manera de potencializar tus dones es estar abierto a la vida con un espíritu siempre dispuesto a ser agradecido.
Ser agradecido, te conduce a aprender lecciones... hasta en el fracaso -indispensable que a veces llegue a ti para tu natural crecimiento- porque sin él no serías capaz de entender y mucho menos apreciar las bondades de vivir.
Gracias, es un vocablo reiteradamente utilizado en La Biblia, quizá haya sido el hilo conductor que llevó al Rey David -que fue un hombre reconocidamente agradecido- en el gobierno de Israel, a convertirse en un táctico y excepcionalmente exitoso militar.
Lo de la gratitud me recuerda aquella mujer de voluptuosa sensualidad, que llena de una carnalidad incandescente y ante la mirada atónita del padre Chuyo, llegó al confesionario, al mismo tiempo que se hincaba, decía al afamado sacerdote:
- ¡Padre!, al iniciar el año vengo a dos cosas: una a dar gracias a Dios por todas las bendiciones que durante el 2010 me dio y dos, a confesarme: ha de saber usted que tuve relaciones carnales con el padre de la iglesia de la colonia Obrera, también con el de la colonia Libertad, ¡ah! y con el de La Loma... padre ¿usted cree que me salve?
- Mira hijita -respondió el padre Chuyo recorriéndola con su vista de arriba a abajo-, ahorita te salvas, porque tengo una boda... ¡pero más tarde no te salvas!
1 RDP [reflexiones@renuevodeplenitud.com]
