El Conquistador del Cielo
Estamos frustrados todo el tiempo por lo que no hemos podido alcanzar, ya sea en lo personal, laboral, profesional o como ciudadanos. Aun nuestros gobernantes viven prometiendo grandes obras, las cuales muchas sólo se han quedado en eso... "promesas". En lugar de concentrarnos en todo lo que no podemos hacer, comencemos a disfrutar de aquello que sí somos capaces de conseguir. Comience a gozar de todo lo que la vida le ofrece: Coma con su familia, invite a sus pequeños al parque...
...y si no hay dinero suficiente, prepare algún pan y un refresco en casa y tómenlo juntos.
Un té o café, compartido con tu cónyuge, hará verdaderos milagros en cuanto a comunicación se refiere.
Sea sincero y franco con todos en especial con sus seres queridos, cuando tenga que decir "no", simplemente diga "no", explíqueles sus limitantes y no prometa lo que no será.
No se queje todo el tiempo por la inflación, el clima, el gobierno, dé gracias a Dios porque como dice la canción... "tiene vida y trabaja".
Quiero citar la biografía de un hombre visionario, el cual no conoció limitantes y literalmente conquistó el cielo.
En homenaje a este héroe de la aviación comercial mexicana el aeropuerto internacional de Torreón lleva su nombre.
Fue un pionero de la aviación comercial mexicana, rompió el récord de velocidad en el vuelo Ciudad de México-Nueva York, con un tiempo de 10 horas 43 minutos, instauró viajes a Tabasco, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
El Capitán Piloto Aviador Francisco Sarabia Tinoco, una de las leyendas de la aviación mexicana, nació el 3 de julio de 1900 en Ciudad Lerdo, Durango.
Estudia mecánica automotriz en los Estados Unidos, posteriormente se gradúa de la "Chicago Aeronautical School", donde cumple su sueño de ser piloto aviador. Funda la Compañía Hermanos Sarabia en Tuxtla Gutiérrez, empresa que más tarde se convertiría en Transportes Aéreos de Chiapas.
En 1938 adquirió de Charlie Babb el avión de carreras Gee-Bee RC-6 QED ("Quod Erat Demonstratum", en español "lo que se quería demostrar", término en latín que señala que se han alcanzado los resultados requeridos para alguna prueba) matrícula XB-AKM que nombró "Conquistador del Cielo". El mismo Sarabia comentó de este avión: "es el mejor avión que he volado nunca". En este mismo año, aventajó todas las marcas de velocidad de Los Ángeles a la Ciudad de México. A inicios del siguiente año lograba la misma hazaña en las rutas México-Chetumal, México-Mérida y México-Guatemala.
El Gee-Bee en su versión RC-6 y RH-6 era producido por la fábrica Granville-Miller & DeLackner, contaba con una planta motriz P&W R-1690 Hornet radial de 657 HP enfriado por aire.
El 24 de mayo de 1939, inició el vuelo a las 6:52 horas, desde un campo improvisado en el campo de Balbuena en Ciudad de México hasta el campo Floyd Bennett en Nueva York. Sarabia hizo el largo viaje de 2,350 millas en 10 horas con 47 minutos, batiendo los registros de velocidad establecidos en aquellos tiempos.
En un momento triste para la aviación comercial mexicana, y ante su familia, el 7 de junio de 1939, apenas iniciado el despegue para su regreso a la Ciudad de México, el motor falla y su aeronave cae en las heladas aguas del río Potomac en Washington, DC. Sarabia quedó atrapado en la carlinga. Se determinó que el accidente se debió a un trapo que había sido puesto como tapón para detener una fuga de aceite, pero obstruyó el carburador, haciendo que el motor fallara.
Francisco Sarabia fallece días antes de su cumpleaños 39, sus restos son enterrados en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón de Dolores en la Ciudad de México.
El avión fue rescatado con daños menores. En los años 60, Alberto Sarabia, primo de Francisco Sarabia, obtuvo el "Conquistador del Cielo" e hizo que fuese restaurado, actualmente se encuentra en Ciudad Lerdo, Durango.
Con este pequeño homenaje a Francisco Sarabia, deseo animar, a la ciudadanía, gobierno e iniciativa privada, para que juntos hagamos posible, que el museo en su honor, cuente con mejores y más modernas instalaciones.
