L os trastornos del sueño están entre los problemas más corrientes de los niños. Un niño puede ser víctima de insomnio, otro de desasosiego, otro de pesadilla y otro de excesiva somnolencia durante el día. Las autoridades en conducta infantil han intentado establecer normas para la cantidad de sueño que el niño necesita. Al intentar obligar a un niño a cumplir sus normas absolutas de sueño, los padres pueden provocar un problema emocional. El problema del insomnio es corriente en muchos niños. A menudo yacen en la cama...
Durante algún tiempo antes de quedarse dormidos. Quizá pidan un vaso con agua, vayan al excusado o decidan que necesitan más cobijas. Otros niños se despiertan en la noche y les cuesta volver a dormirse.
Todos los niños se mueven mucho durante el sueño, pero algunos son demasiado inquietos. Dan vueltas en la cama, agitan brazos y piernas, mueven la cabeza de lado a lado y se tiran de un lado a otro de la cama, es normal que los niños sueñen de vez en cuando, pero a veces los sueños se vuelven inquietantes y terroríficos. La pesadilla es un sueño horroroso que despierta al niño. El niño suele mostrarse aterrorizado por su sueño, cuando al despertar reconoce donde está, por lo común puede ser calmado por sus padres.
El terror nocturno es más espantoso que una pesadilla. Se diferencia en que el niño puede mostrarse aterrorizado, gritar y agitar el cuerpo así como padecer alucinaciones, si se le despierta del todo no recuerda haber gritado ni puede describir ningún episodio o el contenido del sueño.
Algunos niños parecen tener una intensificada necesidad de sueño, pueden quedarse dormidos en un sillón durante el día y necesitar un exceso de horas de sueño durante la noche. Pueden querer acostarse temprano y levantarse tarde.
En muchos casos la causa del insomnio puede encontrarse en disciplina inadecuada o falta de sistema. Los padres no han establecido una rutina regular en cuanto a la hora de acostarse, o pueden ser inconsecuentes permitiendo a veces al niño trasnochares y obligándolo otras veces a acostarse temprano.
El niño huérfano de amor puede también tener problemas de sueño, si durante el día no recibe suficiente atención, cuando lo acuestan puede valerse de algunos trucos. Cuando el niño está preocupado respecto a si sus padres lo querrán, puede pasarse despierto por la noche ocupado en pensar qué injustas son la disciplina y la indiferencia.
Otro factor que puede provocar trastornos del sueño es la excitación o el exceso de actividad poco antes de acostarse. Los niños a menudo son incapaces de revertir su atención de una actividad de estímulo como el ver televisión o el juego violento, a la necesidad de dormir.
Condiciones adversas al sueño a veces provocan insomnio en el niño, el exceso de ruido y luz hacen difícil que el niño duerma.
Algunos niños tienen miedo a la oscuridad y los horroriza quedarse solos. El silencio en su cuarto puede ser aterrador y cualquier ruido no lo dejara dormir.
El niño inseguro tendrá miedo hasta que sus padres lo abandonen mientras duerme.
Muchas cosas pueden inquietar al niño, sucesos de la escuela, relaciones con sus compañeros, temer al castigo, disputas de los padres, estos y muchos otros factores pueden llenar la mente del niño para no dejarlo dormir.
Si al niño se le obliga a tomar un sueñito por la tarde (especialmente ya muy tarde) no podrá dormir por la noche.
Algunos niños son muy activos y necesitan bastante ejercicio, sino lo hacen, pueden estar muy inquietos y quedarse despiertos largo rato en la noche.
Es el caso de los niños hiperactivos que son dados al desasosiego en el sueño.
Por otro lado el niño somnoliento puede estar padeciendo de un oculto mal físico, la somnolencia puede también ser un medio de pasar el tiempo y hasta de rehuir experiencias desagradables que uno encuentra al estar despierto. El niño desdichado puede recurrir al exceso de sueño para evitar sentimientos infelices.
Tratamiento:
O En muchos casos los trastornos del sueño se resuelven cuando los padres establecen un plan diario de sueño para el niño.
O Deben evitarse los estímulos excitantes cerca de la hora de acostarse.
O Si los trastornos del sueño del niño parecen provenir de tensión emocional, los padres deben tratar de averiguar las causas, puede ayudar al niño a resolver sus frustraciones alentándolo a que hable tranquilamente acerca de lo que siente.
O Busque ayuda → profesional si los trastornos del sueño del niño son graves.
O Los factores emocionales a la raíz de las dificultades del individuo deben ser resueltos. Si el niño es inseguro y temeroso por sentirse rechazado o por eternas tensiones en el hogar, las fuentes de esos sentimientos deben eliminarse.
O Conforme los padres comiencen a resolver sus dificultades personales y conyugales, a su vez lograran proveer a su hijo de un ambiente hogareño más satisfactorio.
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