Unos 1,500 soldados e igual número de policías federales fueron enviados a Monterrey para dar seguridad en la zona metropolitana luego de que un grupo criminal incendió el Casino Royale, provocando la muerte de 52 personas.
Desde ayer comenzaron a llegar las fuerzas federales. Primero arribó un contingente de 800 militares, que será seguido por otro grupo.
Ayer mismo, un contingente de 700 policías federales partió de la Ciudad de México en vehículos blindados.
El vocero de seguridad del Gobierno estatal, Jorge Domene, dijo que la cantidad de federales ascendería a 1,500.
Las fuerzas federales en Monterrey tendrán el objetivo de apoyar en la seguridad de vías de comunicación, ubicar puntos de narcomenudeo y apoyar en la investigación del atentado al casino.
Hasta ayer, a dos días del ataque, no se habían reportado detenciones de presuntos responsables.
La Procuraduría General de la República atrajo el caso e investiga un presunto rechazo de la operadora del casino a pagar extorsión a un grupo del crimen organizado, que habría incendiado el lugar en represalia.
La empresa CYMSA Corporation reconoció ser la operadora del casino, pero su abogado, Juan Gómez Jayme, afirmó que éste cumplía con todas las normas legales, incluyendo la de Protección Civil.
Reportes indican que el Casino Royale tenía una puerta de emergencia falsa, por lo que las víctimas quedaron atrapadas y murieron por asfixia.