El dueño de Oklahoma City y el de Miami Heat a su arribo a la reunión. Van por otro intento para salvar temporada NBA
Los propietarios y los jugadores de la NBA realizan un nuevo intento por dirimir sus diferencias antes de que el prolongado cierre patronal perjudique más a una temporada ya abreviada.
Los delegados de los dueños de equipo y los basquetbolistas retomaron las negociaciones el sábado con el mediador federal George Cohen, quien tiene la complicada misión de ayudar a las partes para que solucionen la brecha económica que volvió a interrumpir las conversaciones la semana pasada.
Michael Jordan, ex jugador ya en el Salón de la Fama y propietario del equipo de Charlotte, y el multimillonario de Portland, Paul Allen, llegaron a las negociaciones, junto con los propietarios de equipos del comité de relaciones laborales.
Existen indicios de que Jordan y Allen tienen una posición radical y quieren ofrecerle a los jugadores un acuerdo económico incluso peor al que éstos ya rechazaron.
Los propietarios están determinados a no darle a los jugadores algo más que el 50% de los ingresos relacionados con el basquetbol.
Los jugadores, que recibían el 57% en el anterior contrato colectivo de trabajo, han propuesto una reducción a 52,5%, la cual dejaría pendientes unos 100 millones de dólares al año, con base en los ingresos de la temporada pasada.
Las conversaciones se rompieron el viernes antepasado cuando ninguno de los dos bandos quiso ceder. El comisionado de la liga, David Stern, procedió a cancelar todos los partidos de noviembre y advirtió que las futuras propuestas de los dueños podrían hacerse tomando en cuenta las pérdidas extraordinarias por los encuentros perdidos.
Una parte de los propietarios estarían a favor de eso. Una persona informó el viernes a The Associated Press que hay muchos dueños con tendencia rigurosa que quieren un acuerdo de 53-47 a su favor además de un límite salarial rígido, y que el resto no cedería algo más que la repartición de 50-50.
Algunos asuntos relacionados con el sistema del tope salarial siguen pendientes, pero la repartición de los ingresos relacionados con el basquetbol ha surgido como un obstáculo aún más significativo. Las conversaciones se rompieron las dos últimas veces que las partes discutieron ese tema, incluyendo la ocasión anterior en que participó el mediador Cohen.