El procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, reconoció ante embajadores y cónsules de México acreditados en el exterior que el asunto conocido como el "michoacanazo" fue un descalabro para el Gobierno Federal.
De acuerdo con la versión estenográfica del encuentro que funcionarios del Gabinete de Seguridad sostuvieron con diplomáticos en enero pasado, Chávez Chávez externó que cuando el Gobierno decidió detener a 12 ex alcaldes de Michoacán, las autoridades federales apenas aprendían a utilizar las figuras de arraigo y testigos colaboradores (protegidos) como herramientas en el combate a la delincuencia organizada.
"Hemos tenido algunos problemas en el ejercicio de esta figura (testigos colaboradores) y algunos descalabros, incluso, algunos son muy sonados como el denominado 'michoacanazo', en donde estábamos aprendiendo a utilizar esta figura y en donde también el juez estaba aprendiendo a calificarla", aseguró el titular de la PGR.
En dicha reunión estuvieron el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y el secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré.
Al referirse a la figura del arraigo, el procurador expuso que a pesar de que esta figura ha sido cuestionada, es hoy uno de los instrumentos más eficaces con los que cuenta la Administración.
Las autoridades proceden a arraigar a la persona, agregó, precisamente con el objeto de recabar más información y de poder fortalecer la integración de una averiguación que la mantenga por varios años en la cárcel.
Además, Chávez Chávez puntualizó que la decisión del Gobierno Federal de enfrentar a la delincuencia organizada fue la correcta y se tenía que tomar porque ante la escalada de violencia, se estaban ya perdiendo municipios dentro de diferentes estados.