Parece que no tenemos remedio, esta semana se ha confirmado que además de los asesinatos, el robo de vehículos en el país se incrementó en el pasado 2010 más de un 17%. Cerca de cien mil autos son robados ya en México e inadmisiblemente para las autoridades todas parece que las unidades son invisibles, puesto que la inmensa mayoría de ellos son hurtados para ser vendidos a un tercero, dentro o fuera de territorio nacional, y no, parece no haber manera de detenerlos.
Más aún, el método para despojar a los propietarios de sus autos que se ha disparado, es el asalto a mano armada, y en el caso de La Laguna se ha acentuado en que los delincuentes han elegido con mayor regularidad a mujeres que se encuentren solas al momento de ser perpetuado el atraco, y que se encuentran solas en el momento de ser atacadas.
El miedo día a día crece en todos los ciudadanos comunes, mientras cada vez, mayores malhechores en potencia deciden abandonar ese estatus para convertirse en activos, y los promedios de edad de quienes realizan crímenes es en cada ocasión menor.
No obstante todo esto, y que enero ha arrancado con altas tasas de homicidios, tal como sucedió en el año pasado, un par de hechos ha robado la atención de las masas que por la particularidad y fama de algunos de los participantes en delitos consumados o en caso, de presuntos delitos: la detención de José Jorge Balderas, alías el JJ, agresor del futbolista famoso, delantero entonces del equipo América y figura de la selección paraguaya, Salvador Cabañas; y la denuncia, persecución y ahora detención por delito de violación calificada del artista Kalimba, por un señalamiento presentado por una muchacha, ocupan la agenda de los medios de comunicación, principalmente las televisoras nacionales, que destinan horarios estelares e importantes espacios, para la cobertura y seguimiento de los hechos señalados.
Sin duda, que los dos acontecimientos despiertan el interés del público, que demanda la información correspondiente en cada caso. El primero de ellos, la detención de JJ, naturalmente que destapa muchas cosas al ocurrir, porque este narcomenudista - como él mismo se ha declarado- le disparó a quemarropa en la cabeza al estelar de la escuadra americanista y referente del futbol de Paraguay, pero además, el hecho ocurrió en un famoso lugar de la capital del país a horas inadecuadas para un deportista de alto rendimiento. El ahora célebre, Bar Bar fue el recinto donde se conocería solía ser visitado por artistas y deportistas famosos, además de distintos grupos de parroquianos, que sabían podían encontrar en ese sitio, un espacio para relajarse y beber a cualquier hora de la madrugada, como lo pensó Cabañas en ese lunes, cuando eran poco más de la cinco de la mañana y se suscitó el encontronazo donde fue herido de bala en el cerebro, y del que milagrosamente resultó en lo posible, con bien.
En el hecho de la denuncia de violación de Kalimba, es de notarse. El músico asistió en las vísperas de navidad a participar como animador a un antro en la capital de Quintana Roo, de ahí conoció a un par de muchachas menores de edad y junto con otros acompañantes, decidieron seguir la fiesta en el hotel donde se hospedaba el hoy detenido cantante. En algún momento sucedió algo que no está determinado judicialmente y una de las muchachas ha presentado ante las autoridades su denuncia por violación, señalando como victimario al propio Kalimba.
Esta es una somera relación de los hechos tal y como han sido conocidos, pero lo lamentable, es el comportamiento que se ha visto por parte de la televisión. En el caso Kalimba, Carlos Loret de Mola, periodista estrella de Televisa, le hizo una entrevista agresiva al inculpado de violación, y luego a la muchacha que se dice víctima. El tono que Loret de Mola le refirió al artista estaba fuera de lugar, porque al final de la historia, se está hablando de un caso que resulta gravísimo: una violación, que es de los más infames delitos que pueden ocurrir.
En los programas de revista incluso, se hicieron encuestas para saber la opinión del público para determinar si ocurrió la violación o es un invento de la menor. ¿Cómo en aras de ganar audiencia, se le puede dar un trato tan banal a algo tan serio? Los delitos no se juzgan por democracia, se cometan o no, se comprueban científicamente o no. Qué atropello hacen los de la tele.
Pero siguió la cosa dando, el famoso JJ dio entrevistas exclusivas a los medios cuando fue detenido, y nuevamente Carlos Loret fue un participante. El hecho es que en esta ocasión el periodista ya no utilizó su tono altanero con el entrevistado, como lo hizo con Kalimba. No hay loco que coma lumbre. Sin embargo, otra vez el maridaje, las autoridades que permiten que un delincuente aparezca a cuadro en una pose de celebridad, y por otro, nuevamente los comunicadores que aprovechan estas circunstancias para ganar más seguidores, haciendo incluso una apología del crimen.
Es una vergüenza el ángulo que se le ha dado a estas dos noticias, que insisto, por supuesto son de interés general, pero los aspectos y distorsiones que se generan en un pueblo fácilmente manipulable, es un veneno más para un sociedad que ya se ahoga por la violencia a la que está sometida, y estas cosas no ayudan en nada a mejorar.