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Vente en Semana Santa 'abrón'

El Filósofo de Güémez

RAMÓN DURÓN RUIZ

Te invito estimado lector a que este

2 y 3 de diciembre apoyemos al Teletón

Cuenta la historia que el médico del rey Luis XIV de Francia, acusó a un individuo de injurias.

- ¿Qué os dijo? -preguntó intrigado el rey.

- Me llamó "veterinario" -respondió el médico del monarca.

- Bueno, bueno -dijo sonriente Luis XIV- ¡pero eso no es un insulto!

- Bueno, -añadió el galeno- no es un insulto para mí, su excelencia... es un insulto a vos y a toda vuestra familia.

Guardadas las debida proporciones, creo que lo mismo pasa con nuestra partidocracia nacional, sus actitudes y diatribas innecesarias, su distanciamiento del diálogo fecundo, la ausencia de acuerdos para la reconciliación nacional, el alejamiento de resultados tangibles que hagan que nuestro sistema político sea eficiente y pase del "sufragio efectivo a la democracia efectiva..." es un grave insulto y un agravio para nosotros.

La ausencia de buenos resultados tanto en el trabajo legislativo, como del ejecutivo federal y de nuestra partidocracia nacional, se muestra claramente en el estado que guarda la gobernabilidad en algunas regiones del país, en donde a decir verdad, está prendida con alfileres. Los ciudadanos hemos cambiado nuestra forma cotidiana de ver las cosas, pareciese que en vez de vivir... ¡sobrevivimos con el Jesús en la boca!

Si nuestros políticos nacionales creen que LA PATRIA ES PRIMERO, es imprescindible que antes que el 2012 los enfrente, hagan un alto en el camino, para reflexionar en los avances, retrocesos, fortalezas y áreas de oportunidad que el país tiene, trabajando en la reconstrucción de una gobernabilidad democrática que actualmente no satisface mínimamente a ese electorado, que quieren conquistar en el próximo proceso electoral.

Nuestros políticos parecen ignorar el momento crítico e histórico que vive la nación, que les exige recuperar el rumbo que ha impuesto una impunidad que agravia los sentidos, dándole por una parte certeza jurídica al ciudadano y por otra trabajar para la resolución de problemas trascendentales para la seguridad, el crecimiento, la generación de empleos, el combate a la pobreza y el desarrollo de la nación, en un mundo cada vez más globalizado y marcado por una intensa competitividad.

Este viejo filósofo aspira a que los políticos nacionales -de todos los partidos- ejerzan una armónica relación en la conducción del Estado mexicano, que le den un rumbo inteligente a la política, con un ejercicio prudente y honorable de sus funciones, que construyan una sana y fuerte gobernanza, cumpliendo con el postulado Juarista de ser los primeros en el sacrificio... ¡no en las prebendas!

Hoy, un buen ejercicio de gobernabilidad, exige a nuestros actores políticos un desempeño sin protagonismos fatuos, individuales o partidistas, un trabajo político civilizado, para que el ejercicio electoral de 2012 haga que esta, la nuestra, la democracia más cara del mundo -la mexicana- sea un ejercicio de unidad nacional, respeto a la ley, tolerancia... de encuentro reconciliado y no "una cena de negros."

Es tiempo ya que dejemos atrás el ser un país que da un pasito pa' delante, con una serie de avances democráticos y dos pasitos pa' atrás, con las regresiones autoritarias de nuestra partidocracia.

Recordemos que la transición democrática del 2 de julio de 2000 significó un gran avance, en términos político-electoral, sin embargo la evolución parece insuficiente porque en nuestra democracia se siguen implementando las viejas prácticas políticas, que generan en el electorado un desencanto ciudadano.

En pleno siglo XXI dos son los grandes retos en la consolidación de nuestra democracia: por una parte autoridades que como fiel de la balanza permanezcan ajenas a los procesos electorales; la presencia del secretario de Gobernación Alejandro Poiré Romero, con los precandidatos presidenciales panistas, no es un buen mensaje, ¿Por qué no se reunió el anterior secretario con Marcelo y "El Peje" o Peña Nieto y Manlio?

Y dos la construcción de una gran corriente de participación ciudadana, que ayude a desalojar el viejo y disfuncional presidencialismo mexicano, del que proviene la ausencia de resultados y una partidocracia que llena de prebendas agravia nuestros sentidos.

Concluyo con el humor del filósofo; resulta que en plena época navideña, un limosnero toca en la casa del viejo campesino de Güémez y dice:

- Oye filósofo, no la 'íngues, regáleme algo pa' comer, pero que no sean tamales, ni cerdo horneado, mucho menos pavo, buñuelos o champurrado, que ya estoy hasta la madre de que me dé comer todo eso...

- ¡Ahh bueno!, -le dice amablemente el filósofo- ¿a usted le gusta el pescado?

- Sí, síiiii ¡claro! ¿Po's a quien no?

- Entonces ¡¡vente en Semana Santa abrón!!

filosofo2006@prodigy.net.mx/Facebook: filosofoguemez/Twitter: @filosofoguemez

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