La pregunta del millón
-Ahora sí que esa es la pregunta del millón.
- ¿Qué la del programa de Ferriz Santacruz no era por 64 mil pesos?
- No, me refiero a que durante el bimestre mayo-junio, la presidencia de Gómez Palacio se gastó más de un millón de pesos en puro ceremonial.
- Ah, caramba ¿pues qué hicieron?
- Esa es la pregunta del millón. Es una cantidad excesiva si se toma en cuenta que ni siquiera figura todavía el gasto para el primer informe de gobierno, que fue el pasado 30 de agosto.
- Uy, pues a ver si no se las hacen de tos.
- Andas atrasado de noticias, mi amigo. Ya les dijeron que todo estaba muy bonito. La mayoría se impuso y aunque dio muchas cosas de qué hablar, el estado financiero correspondiente a ese bimestre se aprobó.
-¿Y los panistas no dijeron nada?
- No pasaron de ser pitufitos gruñones: todo pasó aun por encima de todas las dudas que dijeron que tenían respecto al ejercicio de algunos rubros.
- Entonces el problema vendrá después. Si desde ahorita no se ponen las cuentas claras, habrá serios problemas cuando la Entidad de Auditoría Superior del Estado vuelva a fiscalizar y se encuentre con todas estas cantidades puestas en énfasis con el marcatextos, tal y como sucedió con la Cuenta Pública de sus antecesores.
- ¿Tú crees que les importe?
- Esa es la pregunta del millón.
- Pone uno... pone dos...
- ¿A quién ves jugar perinola?
- ¡Calla! Que estoy viendo una de esas reuniones donde todos ponen, pero cara de "yo no fui".
- ¿De qué se trata?
- Pues tan hondo calaron las observaciones de la Entidad de la Auditoría Superior del Estado de Durango (EASE) a la Cuenta Pública de Gómez Palacio del año pasado, que tal parece que ya se están dando las negociaciones entre los que ocuparon la silla municipal en ese entonces y la actual autoridad.
- Ah, sí. Algo escuché que el extesorero municipal, Luis Cantú, se reúne todas las tardes con los actuales encargados de las finanzas gomezpalatinas, encabezados nada más y nada menos que por Miguel Chibli, quien suele perder el control a la menor provocación.
- Pues no sólo ellos. Hay quienes comentan que la propia alcaldesa, Rocío Rebollo, sostuvo una reunión secreta con el expresidente municipal Mario Calderón Cigarroa, a quien pretendían echarle toda la caballería encima por el asunto de las observaciones de la EASE.
- Le verían cara de "Toma todo"... Ni hablar, la cuenta regresiva está en marcha y tendrá que llegarse el plazo para que todas las observaciones que hicieron los auditores del Estado sean sustentadas por quienes en su momento estuvieron a cargo de manejar los recursos públicos.
- Y entonces sí, todos ponen.
- Ja, ja. No creo.
- ¡Pero te peinas, cuñado!
- Estás muy "retro" el día de hoy. Primero recuerdas un programa de televisión de hace décadas y ahora una campaña del IFE de hace también muchos años.
- Es que probablemente eso es lo que el alcalde de Lerdo, Roberto Carmona Jáuregui le dijo a dos de sus trabajadores.
- ¿Cuñados? ¿Tiene a sus cuñados trabajando con él?
- ¡Claro! Por eso se dice que en la actual administración de Lerdo se vive el nepotismo en todo su esplendor. Uno está como director de adquisiciones y otro como jefe del Rastro Municipal.
- No tardan en imitarlo otros funcionarios.
- De hecho, ya lo hicieron. Para muestra, va la mercería completa: Rodolfo Torres, regidor panista, mejor conocido como "Fito Cobijas" (por aquello de que se robó un montón de cobijas durante la administración de Rosario Castro), metió a trabajar a su hijo en la presidencia; el director de Atención Ciudadana, José Padilla, tiene como subdirector de la misma dependencia a su hermano, Fernando Padilla; Eliseo Medina, titular de Desarrollo Social y compadre del alcalde, tiene a su hermano como director de Prevención Social; mientras que Josabed Anchando, director de Comunicación Social, es hijo del jefe del Departamento de Bomberos; el síndico Ricardo Torres tiene una hija en Salud y otra en Sapal y a otros familiares más, se dice que son 14 en total.
- Ya salió el peine... Y se pregunta el alcalde por qué está tan inflada la nómina del ayuntamiento de Lerdo.
- Pues la respuesta la encontrará en el nada despreciable salario de todos ellos. Súmale que Ricardo Torres hace construcciones personales (se dice que son quintas) con material y mano de obra del Ayuntamiento. ¿Así cómo quieren que rinda el dinero?
- Ya ni la... peinan...