Centro de Desarrollo para las personas Ciegas y de Visión Baja “La vida o es una aventura
atrevida o no es nada”.
Helen Keller
Podemos pensar que la vida es como un camino, un sendero con muchas ramificaciones e infinitas posibilidades. Algunas zonas de la vereda son lisas, verdes y sencillas pero otras pueden estar llenas de piedras y obstáculos, como teniendo incrustada la leyenda: "Crúzame si es que te atreves". Pero independientemente de la zona que atravesemos, el camino de la vida nos presenta un paisaje maravilloso, que sólo es posible apreciar en la medida que levantes el rostro y camines de frente.
Hoy les presento a una pequeña que a los 7 años de edad, ha sabido cruzar este camino con la mezcla exacta de dulzura, determinación y firmeza; que aun sin ver claramente hacia dónde la llevan sus movimientos y sintiendo que con cada paso tira un salto al vacío, ha logrado enseñarnos hasta dónde pueden llegar tus ganas si estás cargado con una dotación de constancia y fe.
"¿Por qué a mí?" es la pregunta que ahoga a cada uno de los padres de estos angelitos, y en este caso en particular, la respuesta parecía más alejada de lo normal. La de Silvana es una de esas historias que te dejan asombrado ante los misterios de la vida. Proveniente de una familia muy unida, Silvana nació en medio de juicios, negatividad y pésimos pronósticos. Después de un embarazo normal y sin padecer ningún trastorno congénito ni hereditario, Silvana llegó al mundo recibiendo de golpe el diagnóstico de ceguera; si bien la noticia de que tu hijo no podrá observar tu rostro ni conocer tu mirada, es ya de por si terrible; el golpe se sintió de lleno cuando se sumó la sentencia de imposibilidad para hablar, caminar y desenvolverse socialmente, como arrebatándole a su niña desde el nacimiento, la oportunidad de ser feliz.
No es difícil comprender que en situaciones como ésa, la alegría se esconde en un rincón abriendo paso a la desesperación, sin embargo, los padres de Silvana, vieron en medio del caos, un rayito de luz que permitió que la niña encontrara las herramientas necesarias para demostrarles a todos que los milagros existen.
A escasos 4 meses de edad, Silvana llegó a Ver Contigo, y gracias a la disposición y constancia que la caracteriza, además de la preparación de las asesoras que la acompañan en cada terapia, la niña nos ha dejado a todos con la boca abierta. Después de tan terrible diagnóstico e inicialmente con sólo percepción de luz, la pequeña ha logrado alcanzar una visión funcional de 20/400 además de convertirse en una niña sociable, capaz de comunicarse verbalmente, que camina, corre, lee, juega y sobre todo, sonríe.
Dicen por ahí, que la risa se contagia, y que algunas personas tienen la capacidad de reflejarte la belleza de su alma con tan sólo una sonrisa; sin duda Silvana es prueba de ello. Con una dulzura indescriptible, cariñosa, sincera y optimista, Silvana es una de esas niñas que en cada sesión te sorprende y maravilla. Con una retinopatía grado V, que le imposibilita el enfoque, medición de distancias y la correcta orientación ambiental y espacial, Silvana hace grandes esfuerzos para lograr incluso subir una escalera, y aun cuando su cuerpo la intente detener, sus ojos muestren su frustración y su mente le diga "NO PUEDES", Silvana jamás se niega a una indicación y con una sonrisa da todo de sí, entregándose por completo a sus ganas de vivir.
Son este tipo de actitudes, las que te inspiran a levantar la cabeza y seguir adelante, pues cuando tienes un angelito en casa que te enseña que con amor todo es posible, no te queda más que abrir los ojos, elevarte a su nivel y luchar por su bienestar. Es eso precisamente lo que Diana, la madre de Silvana, ha experimentado y comprometida con su pequeña, ha intervenido satisfactoriamente en su desarrollo; ya sea mediante la asistencia constante de la niña a sus terapias o interviniendo activamente en el Consejo Directivo de nuestra asociación, se ha asegurado que Ver contigo siga llenando de sonrisas y amor a su pequeña.
No nos queda duda de que el camino de la vida, puede presentarse a veces, como una obra en construcción, llena de pozos y escombros que nos impiden avanzar, que nos tiran y no nos dejan levantar. Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de abordar el camino como desee; para Silvana, dar un paso es como dar un salto al infinito, sin embargo tiene el valor de caminar firme por el sendero de la vida, con una sonrisa siempre incrustada en el rostro, aventurándose y confiando en que todo lo que se propone es posible; ¿Y tú? ¿Cómo te lanzas a la aventura de la vida?
Si quieres ser parte de más milagros como el de Silvana, colabora con nosotros. Aceptamos donativos en efectivo y especie. Contáctanos al 7129894 y 7111099 o en comunicación@vercontigo.org.mx