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Por: Ana Cristina Sánchez Hinostroza

Centro de Desarrollo para las Personas Ciegas y de Visión Baja

“El amor de una madre no contempla lo imposible”.

Paddock

No es por casualidad que dentro de las primeras palabras de un niño, se encuentre siempre la forma de referirse a aquel angelito de la guarda que lo protege día y noche y que todos llaman MAMÁ. Si bien el bebé no sabe que aquel ser es el culpable de su existencia, si se da cuenta que misteriosamente, su sonrisa aumenta en medida que él la observa; que sus miradas están atentas, cuidando cada uno de sus pasos y movimientos; que interrumpe su sueño y cualquier otra actividad ante el sólo sonido de su llanto; y que sus ojos se inundan de amor con el simple roce de su piel.

Hoy no hablaremos de la historia particular de alguno nuestros pequeños y al mismo tiempo hablaremos de la historia de todos. Hoy hablaremos de la persona detrás de los logros, avances, sonrisas y emociones de cada uno de nuestros angelitos, hoy hablamos de esos seres que con esfuerzo y sacrificio han sabido brincar cada uno de los obstáculos que se presentan, asumiendo el reto que el destino les puso; y que con una hermosa sonrisa, han sabido inspirar y llenar de optimismo a sus pequeños; hoy es día de hablar de mamá.

Con la llegada de tu bebé, sabes que tu felicidad, de ahora en adelante, recaerá en el pequeño que iluminará tu vida. Sin embargo, cuando el destino te golpea con una noticia de ésas que quitan el aliento, tu visión se nubla y parece que la obscuridad llega no sólo a tu pequeño sino a ti también. Recibir un diagnóstico de discapacidad visual, seguramente te deja sin palabras, y el dolor que te inunda por la condición de tu hijo debe ser inmenso; sin embargo, estas mamás, dejaron atrás los lamentos sin sentido para encontrar la manera de realmente apoyar a su pequeño y demostrarle, con acciones, el gran amor que les tienen.

"¿Por qué a mí?" es la pregunta que a todas llega, pero tal vez la respuesta es: "Porque yo puedo". Dicen por ahí que nunca te establecen retos que no puedas superar y tal vez precisamente debido a esto, estas madres han sabido salir adelante. Por alguna razón del destino, ellas fueron elegidas para cuidar en este mundo a angelitos caídos del cielo y tienen la maravillosa oportunidad de convertirse en sus ojos y mostrarles la belleza del mundo; contando con el amor suficiente para proveerlos de ilusión, esperanza y ganas de salir adelante.

Envueltos en una atmósfera de amor y comprensión, se crea un proceso de aprendizaje digno de admirar, ya que por una parte, los ojos de la madre se vuelven los de su pequeño, y ella es capaz de darle a conocer a su hijo todo lo que la rodea, enseñándole a experimentar cada uno de los pequeños placeres y maravillas de la naturaleza; y al mismo tiempo, estos pequeños se convierten en la luz que ilumina a sus madres, enseñándoles a ver lo que significa el esfuerzo, la perseverancia, el trabajo arduo y los frutos del optimismo; creando en este dar y recibir, un lazo de luz imposible de romper.

Es por eso que hoy le damos un aplauso a esa madre fuerte , capaz de levantar en sus brazos a su pequeño mientras aprende a sostenerse por sí misma; aplaudimos a esa madre valiente, que aceptó el reto de la vida y que ha sabido dotar de optimismo a su pequeño, enseñándolo a levantarse después de cada caída con una sonrisa en el rostro; un aplauso para la madre abnegada, que pese al sacrificio que implica pagar el pasaje para llegar a Ver contigo, asiste cada semana, puntual, lista para poner su granito de arena; bravo a la madre cariñosa, que ha buscado mil y una formas de adaptar este mundo para videntes a su hijo, demostrándole que con amor todo es posible; aplaudamos a esa madre dedicada, que aun con la carga del trabajo diario, ha sabido encontrar un momento para apoyar cada una de las tareas de su hijo; y una ovación a esas madres cariñosas, que con sus caricias y palabras les han enseñado a sus hijos a observar con los ojos del alma y a conocer el mundo a través de su amor.

Hoy les agradecemos su comprensión, cariño y paciencia, porque han sabido llenar de luz el mundo de sus pequeños y porque cada día nos demuestran por qué fueron elegidas por Dios para cuidar a nuestros hermosos angelitos.

Si quieres colaborar en crear un mundo de luz para nuestros pequeños, colabora con nosotros. Aceptamos donativos en efectivo y especie. Contáctanos al 7129894 y 7111099 o en comunicación@vercontigo.org.mx

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