Centro de Desarrollo para las Personas Ciegas y de Visión Baja
"Las escaleras se suben de frente". Julio Cortázar.
¿Se han preguntado por qué de niños le tememos tanto a la oscuridad? Tal vez se debe al miedo constante a lo desconocido, a aquello que nos pueda causar daño sin previo aviso. Cuando le apagamos la luz a un niño, además de presionar el botón que activa el llanto incansable, también abrimos la puerta a lo desconocido y decimos adiós a nuestras oportunidades de anticipar el peligro y actuar efectivamente para alejarnos del riesgo; esto aunado a que sin luz alguna, perdemos el contacto con el mundo y la soledad nos abraza fríamente.
Pero, ¿Cómo explicamos que una pequeña de tan sólo 1 año de edad, no tenga miedo alguno a explorar el mundo aun sin la posibilidad de observarlo? ¿Cómo entender esa magnífica cualidad de levantarse con una sonrisa ante los accidentes y encontrar de nuevo el camino hacia la meta, incluso sin una luz que te guíe? Sólo existen tres palabras que pueden explicarnos a la pequeñita que hoy les presento: valentía, fortaleza y milagro.
En Ver Contigo, estamos seguros que los milagros existen y para muestra un botón. Buscando compartir un poco de la magia de nuestra causa, a lo largo del año realizamos varias sensibilizaciones al público en general para dar a conocer el trabajo que hacemos con nuestros niños. Hace algunos años recibimos la visita de un grupo de estudiantes de psicología, que llenos de ganas de salvar al mundo, escucharon atentos nuestras palabras. Por alguna causalidad del destino, Gaby e Iván formaban parte de ese grupo y un año después, cuando recibieron del doctor el fuerte diagnóstico de su hija, recordaron de inmediato cuál era el lugar adecuado para ella.
Siham fue producto de un embarazo sumamente deseado; esperada con ansias y, cuidada con todo el amor que sólo una madre puede otorgar, la pequeña vino al mundo sostenida por una familia cariñosa, madura y sobre todo con una gran fortaleza.
Después de pasar por el triste proceso de la pérdida de su primer hijo, los padres de Siham, estuvieron muy atentos ante cualquier señal de alerta en su segunda niña prematura. Bien dicen que una madre siempre tiene la razón y fue durante los primeros meses que Gaby detectó en su pequeña una falta de respuesta a los estímulos visuales y una mancha sospechosa en ambos ojos, por lo que la familia solicitó todo tipo de análisis respecto a retinopatía; lamentablemente se encontraron con doctores faltos de vocación que hicieron caso omiso a las advertencias y declararon a la niña completamente sana visualmente. Dicen que las mujeres tienen un sexto sentido y esto aunado a un conocimiento previo del padecimiento hicieron que la madre de Siham siguiera con la duda; por lo que a sus 4 meses de edad su familia decidió remitirla a otro doctor externo especialista en el tema, el nuevo diagnóstico: Retinopatía del prematuro grado 5. Pronóstico: Ceguera.
Siendo ambos psicólogos, los padres de Siham, cuentan con todas las herramientas para comprender el proceso de duelo y el trato a niños con discapacidad; pero nunca nadie en alguna escuela podrá descifrar la fórmula que elimine el dolor y que te permita ignorar el eco que hace en tu corazón el recuerdo de aquella noticia.
Pese a la profunda tristeza y dejando atrás la frustración y enojo que puede ocasionar saber que un mal diagnóstico te hizo perder tiempo valioso; ambos supieron actuar y decidieron recuperar el tiempo perdido; por lo que dos días después del diagnóstico estaban tocando nuestras puertas, buscando apoyo para ese regalo de Dios que tenían en sus brazos.
Es increíble, cómo una dotación de fuerza, coraje y valentía puede lograr maravillas si se acompañan de un inmenso amor. Hoy tenemos con nosotros a una pequeñita hermosa, con una seguridad increíble, capaz de explorar todo lo que le rodea sin miedo alguno, buscando siempre algo nuevo por descubrir y encantada ante los retos.
Con visión baja profunda, Siham no sólo percibe luz sino que ahora puede distinguir de dónde proviene; ya balbucea con sus primeras palabras y seguro uno de estos días nos sorprenderá con sus primeros pasos. Gracias al apoyo de toda su familia, de sus maestras y de Ver Contigo, Siham ha logrado tener un desarrollo normal acorde a su edad cronológica, dejándonos claro que en futuro podrá jugar, estudiar y ser feliz como cualquier niña de su edad.
Pero sin duda, lo más rescatable de la niña, además de sus grandes avances, es esa actitud aguerrida y a veces hasta agresiva, que le permite levantarse después de cada caída, como si el destino la hubiera preparado desde ahora para convertirse en una guerrera y combatir cuanta batalla se le presente.
Si quieres ayudarnos a iluminar más vidas como la de Siham, colabora con nosotros. Aceptamos donativos en efectivo y especie. Contáctanos al 712-98-94 y 711-10-99 o en comunicación@vercontigo.org.mx