Centro de Desarrollo para las Personas Ciegas y de Visión Baja.
Seguramente recuerdan aquellas noches cuando de niños, mamá se sentaba junto a nosotros y nos contaba historias maravillosas sobre seres extraordinarios que vencían gigantes, monstruos y ogros con total facilidad. Cada noche confiábamos nuestros sueños a aquellas criaturas superpoderosas que motivaban cada una de nuestras aventuras el día siguiente y reconfortaban nuestra mente haciéndonos creer que había un mundo increíble donde todo puede suceder. Hoy les traigo uno de esos cuentos maravillosos, una de esas historias para recordar que los guerreros existen.
Érase una vez, un pequeño niño que con cada sonrisa iluminaba el día de aquéllos que tenían la oportunidad de observarlo y que cada noche, se transformaba en un súper héroe capaz de vencer los fantasmas de la oscuridad. Aunque sus padres luchan cada día para lograr cubrir sus necesidades, le han enseñado al niño a vencer cada uno de los demonios que se ponen enfrente, y a caminar seguro y sonriente incluso cuando la luz se ha ido.
Jesús Antonio o Toñito como lo llaman con cariño, padece una patología llamada Atrofía Albipunctata. Esta discapacidad visual lo ha dejado inmerso en el mundo de la visión baja moderada y si bien es cierto que de día le es más sencillo vencer los obstáculos y fijar su mirada, cuando llega la noche, Toñito pierde gran parte de su agudeza visual impidiéndole identificar plenamente lo que le rodea y sumergiéndolo en las sombras. ¿Imaginan el reto que implica el saber que llegando la noche, la oscuridad inundará tu mundo de manera literal?
Con una sonrisa gigante, aventurero, activo, juguetón e inteligente, Toñito siempre ha demostrado que todo es posible mientras cuentes con la actitud adecuada para romper cualquier barrera. Proveniente de la colonia Polvorera en las faldas del cerro de Torreón, su familia es de ésas que entregan todo de sí, con tal de lograr que sus hijos vivan con tranquilidad. Si bien no han podido dotarlo de lujos, han sabido obtener todo lo necesario para que cada uno de sus hijos aproveche el don de la educación y superación. Ya sea peleando por becas, apoyos o libros, cada día ambos le enseñan al pequeño el valor del esfuerzo y la perseverancia para lograr objetivos.
Desde su llegada a los cuatro años de edad a Ver contigo, encontró en nosotros una pequeña luz que guiara su camino. Ahora Toñito, de 12 años, ha logrado vencer cada uno de los demonios oscuros que lo aquejaban. Su mamá se dio cuenta de su padecimiento cuando desde pequeño empezaba a rastrear las cosas en lugar de buscarlos con la vista; ahora Toño ha sabido aprovechar su residuo visual y escanea de manera efectiva para encontrar los objetos, sabe utilizar adecuaciones para leer y escribir de manera efectiva, tiene mayor control de los espacios, ha logrado superar su desfase en el desarrollo y está ubicado en una escuela regular con niños de su edad jugando y aprendiendo como cualquiera. Pero sin duda, el poder más grande de Toñito y que lo constituye en ese súper héroe digno de admiración, es precisamente su habilidad para seguir seguro y confiado sin importar a lo que se enfrente.
Hoy aplaudimos a nuestro pequeño héroe, aplaudimos su optimismo, dinamismo y alegría, aplaudimos a su familia entregada y consciente de las capacidades de su hijo, aplaudimos la sonrisa de Toñito, su habilidad para hacer amigos y su inteligencia para superar todas las dificultades; pero por encima, hoy aplaudimos su valor para derrotar al más grande monstruo de todos: el temor.
Hoy damos las gracias a Toño por demostrarnos que no es necesario ser extra normal para superar los retos, que los súper poderes se encuentran sólo con desearlo, que la magia del mundo recae en la capacidad de hacer lo imposible con tus posibilidades y que el final feliz llega al dormir con la satisfacción haber hecho todo lo posible para defender tu sonrisa.
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