Pasan los años y el diputado federal Marcos Carlos Cruz Martínez sigue viviendo de la demagogia. Para él, el populismo y las posturas fáciles son su fuerte pero nada de resultados a Durango.
Hoy se le ve muy activo exigiendo que se incluya a más personas discapacitadas y de la tercera edad en el programa Durango Solidario. Realiza su espectáculo en la Comisión Estatal y anuncia que hará lo mismo en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; sin embargo, y de manera contradictoria, no se ve que como diputado federal haga algo, ni siquiera un simple pronunciamiento en favor de más recursos federales para beneficiar a estos grupos vulnerables.
Si revisamos con cuidado, no hay una sola iniciativa, un punto de acuerdo, vamos, ni siquiera un posicionamiento o discurso en la Cámara de Diputados por parte de Marcos Carlos Cruz en este sentido. Lamentable.
Si de verdad el legislador federal quisiera hacer algo por los duranguenses, podría empezar a repartir su jugoso sueldo y dietas en favor de este sector. Eso sí sería ayudar, y no los espectáculos políticos que realiza sólo para los medios de comunicación de la capital.
No es con demagogia o simple populismo como se lograrán apoyos a grupos vulnerables: se requiere que los legisladores gestionen más recursos para fortalecer este tipo de programas tan efectivos para mitigar la pobreza y la marginación que existe en gran parte del estado de Durango.
Bien dicen por ahí que al diputado lo que le preocupa es resucitar a un muerto, que es la UDENA. Su interés es meramente político y se le olvida que es uno de los cientos de diputados que le salen sale muy caro a los mexicanos.
No hay propuestas de leyes o puntos de acuerdo en beneficio del país, mucho menos en beneficio de la tierra de la que dice ser, aunque para el Distrito Federal sí ha pedido apoyos extraordinarios ¿Y Durango? Bien, gracias.
El lunes, representantes de un par de medios de comunicación extranjeros ingresaron a la Fiscalía General del Estado en la búsqueda de material fotográfico exclusivo para las agencias informativas que trabajan.
Como cualquier otro reportero, se identificaron a la entrada y les permitieron ingresar; acto seguido, los fotógrafos llegaron junto al Thermo King, instalado en la parte trasera del Servicio Médico Forense, y captaron varias imágenes del interior.
Tal acción provocó enojo en las autoridades del organismo, que ya sugieren la posibilidad de un proceso legal en contra de los periodistas. Sin embargo, una demanda no sería sino el más fiel reflejo de la incapacidad que como autoridad han mostrado para hacer su trabajo.
Ahora ni siquiera son capaces de cuidar sus propias instalaciones...y quieren desquitarse con alguien más.