Las “grillas” en el PRI para la elección de candidatos a diputados locales se han decantado en cuatro aspirinos para los distritos de la región, a saber: el vicegober Antonio Juan Marcos; el primer regidor Rodrigo Fuentes; el ex curuleco Juan Carlos Ayup y el nuevo Lázaro de la política lagunera, Francisco Dávila, a quien ya le perdonaron el pecado de haberse pasado al PRD hace nueve años. Nuestros subagentes comentan que el secretario de Fomento Agropecuario, Román Cepeda, se habría caído del caballo por ponerse moños. Por supuesto que esta lista se puede caer en cualquier momento, de acuerdo a las necesidades cambiantes del candidato Rubén Moreira. La mayor sorpresa es el regreso de don Lázaro (perdón, don Paco) a las filas tricolores, aunque no extraña tanto a sus compañeros dinosaurios que lo han visto hacer mucha talacha en reuniones de partido, por lo que ya tiene tiempo goteando agua de la descongelada. Al parecer, don Rubén pondera bien al ex diputado y ex senador y quiere aprovechar su experiencia, pero las malas lenguas ya se preguntan si no le deberá algún favor. Mientras tanto, en el PAN las cosas no se han movido mucho con respecto a los rumorcillos de los que nuestros subagentes han dado cuenta, aunque crece el nerviosismo de los delegados federales a los que se les pediría el “sacrificio” de lanzarse a una diputación sin la garantía de que pasarían a cobrar a la nómina legislativa.
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Mientras alinea a sus futuros cuadros legislativos, Rubén Moreira también trae un acomodo de fichas en su campaña. Nuestros subagentes han identificado ya a algunos jugadores clave en la definición de la plataforma y aquí también se observa una resurrección, la de Rogelio Ramos, quien fue secretario de Desarrollo Social en tiempos de Rogelio Montemayor. En otros casos se trata de sospechosos comunes, como el curuleco Héctor Franco y el secretario de la Función Pública, Ismael Ramos. Los subagentes también reportan que el vicegober Antonio Juan Marcos estará muy pegado en la definición de políticas públicas para La Laguna. En el caso del curuleco Miguel Ángel Riquelme, sus funciones aún no están claras, pues algunos lo ven como relevo de don Toño en Desarrollo Regional, mientras que otros lo ven en la operación política con miras a ocupar la cartera de Desarrollo Social. Otro que también andará activo en la definición de la política social es el jefazo del PRI en Torreón, Salvador Hernández Vélez, lo que ha puesto a temblar a más de uno en el círculo del alcalde Eduardo Olmos, pues hay poco amor entre ellos, y ya se sabe que el amor en política va muy unido a la nómina.
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Por cierto, hablando del alcalde Eduardo Olmos, nuestros subagentes comentan que sus asesores de imagen están acabados por el hecho de que no van a poder hacer promoción durante el Mundial Sub-17, que tendrá en Torreón a una de sus sedes, pues se realizará en junio mes en que estará prohibida la propaganda gubernamental por el proceso electoral. Los estrategas de imagen que comanda Luis Rayas están preocupados ante la posibilidad de perder una oportunidad de oro para colgarse la medalla por tener a la ciudad como escenario del torneo futbolístico, con toda la exposición que eso conlleva. Como pedirle a la FIFA que mueva las fechas del Mundial está un poco difícil, las huestes de don Lalo verán la forma de encontrar alguna lagunita en la ley electoral para poder brillar como se debe cuando no se tiene luz propia. Claro que lo verdaderamente importante, que es darle una buena hojalateada a la imagen de la ciudad, les importa menos que hacerse publicidad.ç
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El tesorero Pablo Chávez Rossique recibió recientemente la visita de funcionarios de la Secretaría de Gobernación que andaban preguntando sobre la rifa de una casa, autos y electrodomésticos que el funcionario se inventó para estimular el pago del Impuesto Predial. Según nuestros subagentes, al tesorero se le olvidó hacer el trámite ante el área de Juegos y Sorteos de Gobernación, pensando a lo mejor que estaba haciendo una rifa “entre amigos” con base en los últimos números de la Lotería Nacional. Pero resultó que la cosa es más complicada y se requiere un interventor de Gobernación “para dar fe de la legalidad del evento”, como dicen en los programas de concursos. Tal parece que don Pablo se puso a tramitar el registro correspondiente, pero la balconeada dejó en claro que el tesorero ya olvidó su infancia, pues cualquiera que haya visto “En Familia con Chabelo” sabe que la presencia del interventor de Gobernación es básica.
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Nuestros subagentes que siguen la precampaña del PAN para definir candidato a la gubernatura se preguntan dónde se metió “Juanito” (perdón, Eduardo) de la Peña. Por si lo habían olvidado, don Lalo es el cuate del primer compadre Guillermo Anaya que se metió a hacerla de comparsa en la precampaña para que don Memo pudiera hacer promoción. Hasta ahora, el senador con licencia es el único que hace proselitismo y seguramente don Lalo se fue para su casa donde puede ver por televisión los “spots” que difunde su “rival”. Los subagentes opinan que don Memo debería financiarle de perdido unos volantes para que disimule una campaña y barnice de democracia el espectáculo. Dicen los blanquiazules que don Lalo se ha dedicado a tocar puertas en las casas de los militantes y que por eso nadie lo ve. Pero las malas lenguas comentan que en esas visitas, el ex delegado de Profeco seguramente pide a los correligionarios que voten por su cuate para lanzarlo a la elección de julio.
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Si alguien ve a Beatriz Paredes, por favor avísenle que todavía es presidenta del PRI, pues el gober de Coahuila con licencia, Humberto Moreira ya le comió el mandado. La hiperactividad de don Humberto en los medios ha sido tal, que en algunas notas ya hasta lo identifican como “presidente nacional del PRI”, cuando en realidad todavía no asume ese cargo. Desde que fue ungido como próximo líder del tricolor, el ex gober se ha peleado con los secretarios de Gobernación, Desarrollo Social, Trabajo y Educación, más los que se acumulen en esta semana, en una serie de discusiones que dejan mucho que desear sobre la calidad de la clase política. El nivel ha sido tan bajo que el titular de Educación, Alonso Lujambio no encontró mejor manera para rebatir al coahuilense que llamarlo “cavernario”, lo que provocó que don Humberto acusara al gabinete federal de “montoneros”. Se dice que algunos tricolores ya se preguntan en qué se metieron con la elección del ex gober Moreira como su líder, aunque otros están encantados por el nuevo tono. El problema es que de cualquier manera el único que sufre las consecuencias es el país, que no avanza porque su clase política está demasiado ocupada en tirarse lodo y al parecer no tienen capacidad para otra cosa. Por ahora el sainete parece tomar un respiro porque las huestes de Felipe Calderón optaron por los oídos sordos y, cuestionados sobre las últimas ocurrencias de don Humberto, mejor dijeron que no se habían enterado. Pero ya vendrá el segundo “round” pues es sabido que el coahuilense anda en plan de “Toluco” López y ya le está gustando.
