En algunos sectores “ipecos” cayeron muy mal las declaraciones del flamante secretario de Fomento Económico, Marcos Durán, quien calificó el desequilibrio a favor de Saltillo en los apoyos para inversión como una “leyenda”. Tal parece que a don Marcos la diferencia de inversión privada que llegó a la peronera capital en los últimos cinco años y la que llegó a Torreón no es significativa: 5 mil millones de dólares para el Sureste contra 405 para La Laguna. O sea, nomás es un cero de diferencia. Lo curioso es que el mismo objetivo de la gira por Torreón en la que don Marcos dio sus declaraciones desmiente la “leyenda”. Don Marcos vino a presumir avances en obras de infraestructura en Mieleras, pero omitió mencionar que estas obras apenas arrancaron, tras cinco años de darle largas a la urgencia de dotar a ese sector de capacidad de hospedaje industrial.
En los últimos cinco años, el “Gobierno de la Gente” metió en la zona de Derramadero, en la región Sureste, todo lo que no metieron en Mieleras, convirtiéndola en uno de los complejos industriales más dinámicos del país, que ha atraído industrias que no pueden instalarse por acá. Quién sabe si don Marcos piensa que la diferencia en la capacidad de hospedaje industrial de las dos regiones también es un mito. Además, tampoco toma en cuenta las murmuraciones en voz baja, que nuestros subagentes recogieron entre empresarios locales, sobre cómo su antecesor en Fomento Económico, Jorge Alanís, se pasó cuatro años poniendo trabas a misiones de inversión a La Laguna. Pero a lo mejor todo es un mito, o alguien es un mitómano.
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La racha de homicidios el pasado fin de semana en la Comarca Lagunera prendió por fin los focos rojos en el ejército y las corporaciones policiacas que rápidamente armaron un operativo conjunto el martes para patrullar la región con el rimbombante nombre de “Sellamiento Nazas”. El operativo se parecen mucho a los aplicados en 2007 y 2008 cuando apenas comenzaba la ola de violencia y las autoridades hablaban, ufanas, de un “blindaje” para evitar el “efecto cucaracha”. Por supuesto que de nada sirvieron los despliegues de aquel entonces, en los que se presumían los decomisos de rifles de postas como si fueran cuernos de chivo. En esta ocasión el “sellamiento” se agujeró en unas horas y para mediodía no había nadie entre Torreón y Gómez Palacio, por lo que tampoco parece advertirse que las autoridades tomen el asunto con la seriedad debida. Hasta ahora los gobernadores Jorge Torres, de Coahuila y Jorge Herrera, de Durango no han sido capaces de cabildear en el Gobierno Federal una mayor presencia del Ejército y la Policía Federal, que mantiene estados de fuerza más reducidos que en el inicio del año pasado, a pesar de las balaceras y homicidios de las últimas semanas. Tampoco han sido más claros en la necesidad de recursos, lo que quedó de manifiesto con el recorte de dinero federal para Torreón. Por cierto, aquí hubo otro desbalance con respecto a Saltillo, que recibirá más dinero para seguridad aún cuando allá hay menos delitos. A lo mejor a los dos Jorges La Laguna les parece lejana, como si fuera otro estado. De hecho, si la Comarca fuera un estado, sería el tercero con más homicidios en el país. ¿Así o más claro? Quizá también el horror que se está viviendo en la Comarca es un mito.
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La orden del Tribunal Federal Electoral al PAN de Coahuila para que revoque la expulsión del curuleco Manuel Villegas exhibió la manera en que el grupo político del primer compadre y aspirino a gobernador, Guillermo Anaya, buscó deshacerse de una presencia incómoda para consolidar su control sobre el partido. Con eso, don Memo también se evitó tener un rival latoso en la precampaña rumbo a su nominación como candidato panista, que sólo peleó contra su cuate Eduardo de la Peña. Desafortunadamente para don Manuel, la resolución del Tribunal llegó tarde para registrarse en el proceso interno y cumplir su cometido de meterle ruido al compadre. Pero la forma en que don Manuel reaccionó a la sentencia del Tribunal confirmó lo que nuestros subagentes ya sospechaban, que en realidad actúa bajo las órdenes del tricolor. Y es que algunas declaraciones del curuleco local parecieron sacadas del manual del PRI para criticar a don Memo: “que tiene el control sobre el comité estatal panista, que echa mano de recursos federales gracias a que los delegados son de su grupo para avanzar su candidatura, o que está violando las reglas de precampaña del Instituto Electoral con su proselitismo”. Y es que estas acusaciones (que también tienen su granito de verdad) son precisamente las que usan las huestes de infante Rubén Moreira contra su futuro rival, por lo que hay que preguntarse si en el PRI no quieren hacer travesuras en la casa de enfrente. ¿Usted cómo la ve? ¿Serían capaces?
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Aunque estaba anotado para pasar a las filas del desempleo, el director de Catastro, Roberto Flores sigue cobrando de lo más quitado de la pena, pues el alcalde Eduardo Olmos no se ha ocupado del relevo en esa dependencia señalada por malos manejos y mala administración. Pero nuestros subagentes señalan que ahora resulta que don Roberto le debe la permanencia en la chamba al regidor panista Rodolfo Walss, quien recientemente denunció irregularidades en el Catastro, particularmente en el trinquetón de la compra de los terrenos para la Gran Plaza. Mientras que el Municipio ya lanzó un plan de modernización de Catastro que costará unos treinta millones de pesillos, aún no se sabe si don Roberto será el encargado de ponerlo en marcha. Dicen los subagentes que la única razón por la que el jefazo de Catastro sigue en su puesto, es porque don Lalo no quiere que la inevitable revelación de las travesuras realizadas en la gestión de don Roberto terminen dándole la razón al latoso regidor panista y confirmen que todo el gorro que ha puesto estaba justificado. ¿Será?
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Si el gober con licencia y virtual jefazo del PRI, Humberto Moreira, quiere empezar a formar la plana de secretarios de su Comité Ejecutivo, va a tener que agenciarse un buen presupuesto para llamadas de larga distancia. Como habían reportado nuestros subagentes, don Humberto quiere una plana de colaboradores sacada de las filas de los gobernadores que recientemente dejaron sus puestos. El problema, reportan los subagentes, es que algunos de los personajes que están en la lista de don Humberto ya pusieron pies en polvorosa y se fueron a vivir al extranjero por aquello de “no te entumas”. Como se reportó aquí, el duranguense Ismael Hernández Deras se consiguió una bonita casa en Calgary, Canadá. Ahora resulta que el ex gober de Chihuahua, José Reyes Baeza, (como los dictadores de repúblicas bananeras) se fue a vivir a Miami, luego de haber dejado su estado hecho un desastre. Otro que dicen que también puso tierra de por medio y se fue a vivir a Texas es el ex gober de Tamaulipas, Eugenio Hernández, que curiosamente también está anotado para una chamba en el PRI. Ahora don Humberto no sólo va a tener que localizarlos, sino también convencerlos para que regresen.
