La Fundación Colosio del PRI coahuilense ya empezó los foros para armar la plataforma de campaña del hermano cómodo Rubén Moreira, convocando a ciudadanos a exponer ideas que pudieran incorporarse en las diversas áreas de gobierno. Sin embargo, nuestros subagentes disfrazados de “sociedad civil” reportan que dichos foros se están convirtiendo en auto-homenajes al “Gobierno de la Gente” que encabezó (¿encabeza?) el gober “con licencia” Humberto Moreira. Según cuentan, la Fundación receta a los asistentes un video y una plática de adoctrinamiento que dura casi una hora y en el que se cantan loas a la gestión de don Humberto como si fuera su informe de gobierno, presumiendo que Coahuila es un paraíso para vivir. Huelga decir que varios de los participantes, que ni siquiera son militantes del PRI, se han molestado tanto con estas sesiones propagandísticas, que ya ni ganas tienen de compartir sus ideas. Esto lo han comentado con otros ciudadanos invitados a tales reuniones, a quienes se les quitan las ganas de asistir apenas escuchan que van a tener que fletarse el video. Al paso que van, la Fundación que comanda Jorge Alanís corre el riesgo de armar sus foros de campaña con puros acarreados, y predicándole al coro nunca van a armar una plataforma que contenga el debate de ideas que necesita la vida pública del Estado.
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Los jefazos del PAN en Coahuila y a nivel nacional ya están palomeando las listas de candidatos a diputados locales que acompañarán al primer compadre Guillermo Anaya en las elecciones del 3 de julio. Según nuestros subagentes, que oyen muchas cosas, dos de los cuatro candidatos en distritos de Torreón no sólo son del grupo del embajador y ex alcalde Jorge Zermeño, sino también de la familia. Se trata de su hijo, Alfonso Zermeño, y de Gabriela Casale, prima de la esposa de don Jorge, Astrid Casale. Los otros candidatos serían el delegado de Reforma Agraria, Luis Gurza, y el regidor Rodolfo Walss. Por cierto, nuestros subagentes observaron a don Poncho abordar el otro día un avión a la Ciudad de México, instalándose cómodamente en Clase Premier (que seguramente pagó de su bolsillo), lo cual lleva a pensar que ya desde ahorita le está agarrando gusto a los hábitos de un diputado, pues los asientos en esa parte del avión, son muy confortables y se reclinan, permitiendo dormir plácidamente. Pero lo más interesante está en la lista de candidatos para diputaciones plurinominales, pues a diferencia de los de mayoría, que la tienen cuesta arriba para ganar la elección, unos tres o cuatro panistas podrán llegar de “pluris” a calentar una curul en la peronera capital. En esta lista va en primer lugar Fernando Gutiérrez el ex delegado de Medio Ambiente y escudero de don Memo; le siguen la delegada de Economía, Karla Samperio y otra vez Luis Gurza. Los dos últimos ya cobraron alguna vez en la nómina legislativa y tal parece que lo volverán a hacer con mucho gusto. El que está en un limbo es el delegado de Comunicaciones y Transportes, Jesús de León, que iría en cuarto lugar y a lo mejor no llega. Según la matemática electoral de los subagentes, de las nueve diputaciones plurinominales, el PAN metería tres, mientras que la alianza con el PRD y la UDC obligaría a darles al menos una curul a cada uno. Por otra parte, el PRI trae sus propias rémoras, como el Verde, Nueva Alianza y el Partido Palero, perdón, Primero Coahuila, que también se llevarán su cuota.
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El alcalde Eduardo Olmos podrá pensar que el haber cancelado la concesión del estacionamiento de la Gran Plaza a la empresa que ganó el concurso ya lo salvó de la controversia en torno a la obra, pero nuestros subagentes comentan que el alcalde tapó el hoyo cavando otro. Ahora don Lalo salió con que será el Municipio el que construya el estacionamiento, que aunque más modesto, costará al menos sesenta millones de pesillos. Esto lo pone en la situación de enfrentar las críticas que seguramente saldrán de regidores panistas y algunos comerciantes que consideran innecesario un estacionamiento para esa parte de la ciudad y que ahora pondrán el grito en el cielo por que el Municipio recurrirá a dinero público para pagarla. Nuestros subagentes reportan que el “impasse” entre don Lalo y los concesionarios se dio porque éstos querían un convenio para que el Municipio les rentara parte de los cajones para vehículos oficiales en condiciones ventajosas, además de que existía la sospecha de que habían “inflado” el costo de la obra (¿lo creen posible?). El problema para don Lalo ahora es deshacer el entuerto en el que lo metió el gober con licencia Humberto Moreira, cuando anunció la Gran Plaza con todo y estacionamiento. Dicen los subagentes que el alcalde ya tiene la bendición del “delfín” Rubén Moreira, del gober interino Jorge Torres y del secretario de Gobierno, David Aguillón, para que el Ayuntamiento asuma el costo de la obra, ahora el problema será venderlo a una opinión pública convencida de que aquí hay algo que no cuadra.
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Dicen las malas lenguas que al tesorero Pablo Chávez Rossique lo van a boletinar en el Buró de Crédito por un incidente ocurrido con cheques del Municipio el otro día. Nuestros subagentes disfrazados de cajeros bancarios informan que don Pablo expidió cheques por siete mil quinientos pesillos para cada regidor por concepto de gestoría, pero cuando los ediles los fueron a depositar, ¡se los rebotaron! Para varios regidores, el episodio dimensionó el problema de la Tesorería Municipal, pues concluyeron que si los cheques que recibieron por cantidades menores no tenían fondos, ya saben por qué los pagos a proveedores, por montos mucho mayores, están detenidos. A pesar de que don Pablo presume que este año ha logrado una mayor captación de recursos por el Predial, lo cierto es que las finanzas del Municipio siguen en desorden y ahora hasta quedan en ridículo. A lo mejor están juntando para el estacionamiento.
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Finalmente regresó el glorioso helicóptero adquirido con dinero del pueblo para la vigilancia de la Comarca Lagunera, luego de seis meses de permanecer “yonqueado” en el aeropuerto del Norte en Monterrey, como reportaron nuestros subagentes, según esto que porque le faltaba un alambrito y al parecer alguien se aventó la mexicanada de armar una pieza de repuesto, a lo mejor con partes usadas de un refrigerador o un tractor viejo, quién sabe. El caso es que la aeronave hizo unos vuelos de “apantallamiento” por Torreón el miércoles y viernes, nomás para que la gente supiera que ya estaba volando otra vez, porque no se vio que formara parte de ningún operativo. Por más que el Fiscal Jesús Torres Charles haya anunciado el regreso del aparato a labores de “vigilancia”, su utilidad todavía está por verse. De hecho, nuestros subagentes han escuchado en algunos medios policiacos que el helicóptero no sirve de gran cosa y que es más el ruido que las nueces. También se comenta que el alcalde Eduardo Olmos ya empezó a dudar si realmente sirve ese armatoste, sobre todo cuando concluyó que el costo del aparato, unos veinte millones de pesillos, hubiera podido usarse mejor en otras cosas, como equipo, patrullas o nivelación salarial. De hecho, el dinero usado para comprar el helicóptero hubiera financiado totalmente el proyecto de compra de casas para los policías (o para pagar parte de los terrenos de la Gran Plaza a los grandes vivillos que los vendieron). Sin embargo, hasta ahora don Lalo no ha agarrado públicamente la bandera de círculos empresariales que cuestionan el beneficio de la aeronave, quizá para no meterse en broncas con la Fiscalía. Y es que nuestro alcalde ya no siente lo duro, sino lo tupido.
