Cuando dejó la gubernatura, Humberto Moreira declaró que una de las cosas que más lamentaba de su gestión en Torreón era la controversia constitucional que le armó el ex alcalde José Ángel Pérez al “Gobierno de la Gente” y que provocó un fallo de la Suprema Corte deteniendo obras que el Estado ejecutaba en Torreón. Comentó don Humberto que “lamentaba” el litigio pues impidió avanzar más rápido en la construcción de infraestructura. Pero el tiempo cambia las cosas, y tres años después ya ni siquiera se necesita una controversia, ni acudir a la Suprema Corte, ni pagar millones de pesos a despachos jurídicos con ligas al Jefe Diego Fernández de Cevallos. Ahora todo sale gratis, pues las obras que ejecuta el Gobierno de Coahuila en Torreón están otra vez detenidas y sin tanto escándalo, porque no se ha pagado a los contratistas.
Varias obras que el ex gober Moreira presumió todavía no están al cien por ciento, como el puente de Villa Florida, las ampliaciones de la autopista y de la carretera antigua a San Pedro, el puente Álamos sobre el Periférico o el Sistema Vial Alianza, que está proyectado desde hace seis años. Claro que el problema ya no tiene que ver con una disputa entre Estado y Municipio, al contrario, pues ahora que se necesita que la autoridad local reclame por qué se dejan obras tiradas, el alcalde Eduardo Olmos ha hecho mutis pues eso de darle patadas al pesebre no se le da. (Por cierto, nuestros subagentes reportan que don José Ángel y don Lalo se encontraron desayunando el sábado pasado y se saludaron muy amablemente, aunque no perdieron oportunidad de hacerse algunas bromas pesadas sobre las lides políticas). Otros que tampoco han dicho gran cosa son los dirigentes “ipecos” que se sientan en el comité del Impuesto sobre Nóminas, pues algunos de ellos tienen intereses en las obras en cuestión y temen represalias si se ponen bravos. Nuestros subagentes comentan que el “atorón” está en la peronera capital, donde el nuevo jefazo de la Tesorería General del Estado, Jesús Ochoa, todavía no ha cuadrado las cuentas de lo que se debe. Claro que ese problema no existe en Saltillo, donde las obras avanzan a paso redoblado. Una vez más, pareciera que para los de Saltillo, más allá de la caseta todo es Paila.
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El que anduvo muy activo en Torreón el fin de semana fue el senador Ernesto Saro. Sin embargo, nuestros subagentes notaron que don Ernesto dedicó su visita a promover temas en su agenda de presidente de la Comisión de Salud del Senado, y no se involucró en asuntos relacionados con la campaña a la gubernatura del primer compadre Guillermo Anaya, ni de los candidatos a diputados. Dicen los subagentes que el senador ha optado por mantenerse a varias cuadras del desfile electoral, aunque no necesariamente porque don Memo le comió el mandado. Se comenta que don Ernesto declinó a favor del compadre pues ya anda buscando la puerta de salida a la vida pública para regresarse a sus negocios en Ramos Arizpe. Obviamente esto le ha permitido a don Memo consolidar el control sobre el aparato panista de Coahuila, aunque también le puede acarrear problemas si no logra alinear a todos los grupos, lo cual ya le ha costado varias deserciones o, en el mejor de los casos, que muchos cuadros se queden quietos y decidan no mover un dedo para ayudarle en la campaña. Y ahora con eso de que algunos operadores azules fueron sorprendidos con propaganda “negra” contra el PRI, don Memo trae varios frentes abiertos. A ver cómo le va.
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Y hablando de operadores de Guillermo Anaya, nuestros subagentes comentan que la pugna partidista es tan intensa que algunos cuadros cercanos a don Memo que cobran en la nómina federal se han llevado entre las patas causas que deberían mantenerse ajenas a partidos. Dicen nuestros subagentes que dos delegados federales que tienen que ver con el desarrollo social le negaron apoyo a una casa hogar que mantiene a niños abandonados solamente porque en la asociación hay familiares de un diputado del PRI. Ante las peticiones de apoyo para darle manutención a los niños, los delegados habrían respondido que mejor fueran a pedir apoyo al tricolor. El problema es que tampoco de ese lado han recibido mucha ayuda, pues en el DIF municipal, que maneja Carlos Caballero, sólo les entregaron un cheque “para la foto” y desaparecieron. Tal parece que esta situación no sucede solamente en el caso mencionado, sino que muchas otras asociaciones civiles de beneficencia se han visto afectadas por la ineptitud o la indolencia de funcionarios públicos de todos los colores.
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El aspirino del PRI a la gubernatura, Rubén Moreira, andaba medio sorprendido porque en algunos despachos noticiosos se manejó la versión de que la semana pasada había acudido a tomar cursos “en secreto” al Centro Fox, que maneja el ex Presidente Vicente Fox. Según nuestros subagentes, en el círculo de don Rubén comentaron que no había nada secreto en el curso, al que asistió junto con su principal operador, el curuleco Héctor Franco, pues hasta lo informaron en sus cuentas de Twitter. La naturaleza “secreta” de la visita a Guanajuato habría sido vista como una dosis de mala leche de no menos malas lenguas a las que les parece paradójico un vínculo Moreira-Fox, sobre todo ahora que el hermano Humberto anda duro contra los panistas. Pero el vínculo existe a través del tocayo Rubén Aguilar, quien es cuatacho del aspirino tricolor y lo asesora en políticas públicas. A ver si en una de esas el eslogan de la campaña priista no termina siendo “Vocho, tele y changarro para cada coahuilense”.
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La revelación de que un regidor de Acapulco había usado un helicóptero del gobierno estatal para romper un récord Guiness de esquí acuático ha dado mucho de qué hablar en estos lares. Como se sabe, el edil se agenció una aeronave utilizada para transportar enfermos en comunidades rurales para ponerse a esquiar en la Bahía de Acapulco y jalando un poco más del hilito también resultó que el helicóptero era usado para transportar personajes VIP o viajes del gobernador Zeferino Torreblanca, y para todo menos para mover a enfermos. La cosa es que esto provocó comentarios sobre el uso que se le ha dado al helicóptero que la Fiscalía General del Estado tiene en Torreón, según esto, para tareas de seguridad pública. Luego de semanas de cuestionamientos sobre el paradero de la aeronave, los muchachos de Jesús Torres Charles la sacaron a dar un paseo nomás para que se viera, pero luego la volvieron a guardar. Según nuestros subagentes, su última aparición habría sido hace más de dos semanas en sobrevuelos en el oriente de Torreón ante reportes de que podrían registrarse hechos violentos. Después no se volvió a saber nada del aparato y sus bitácoras de vuelo siguen guardadas como secreto de Estado. Por eso ya hay quienes se preguntan si la aeronave no es utilizada también para pasear o esquiar en las Dunas de Bilbao, porque no se ve que sirva para otra cosa.