Mientras en la Tesorería y el Cabildo de Torreón todavía están aprendiendo a escribir cheques, nuestros subagentes comentan que el “delfín” Rubén Moreira, ya fue puesto al tanto del desorden que traen las huestes del alcalde Eduardo Olmos con los apoyos a organizaciones ciudadanas que se encuentran congelados por puros trámites burocráticos y que eso no lo tiene muy contento. El conflicto entre el “tesorito” Pablo Chávez Rossique y los regidores del PRI, lidereados por el joven José Ganem es más bien una lucha por conquistar territorios dentro de la administración, pero el resultado es que se llevan entre las patas urgentes apoyos a grupos que hacen importante labor en temas como beneficencia, salud, cultura, educación, ecología y muchos otros, lo cual los hace verse bastante mezquinos y obviamente en nada ayudan a mejorar la imagen del PRI. Dice el joven Pepe que don Pablo se ha pasado por el “Arco del Triunfo” al Cabildo la firma de convenios de apoyo y que por eso algunas organizaciones han tenido que regresar cheques que se les entregaron. Pero algunos subagentes entendidos en las finanzas municipales comentan que los mismos regidores debieron haber contemplado un capítulo de apoyos sociales en el presupuesto municipal para que el dinero fluya sin pasar cada caso por Cabildo, donde lo atora la grilla barata. Don Lalo, que se la pasó como el chinito “nomás milando”, los trató de poner en orden demasiado tarde, pues la situación ya está en el radar de don Rubén, sacándole ronchas. El problema para el aspirino tricolor es que los líos en el Ayuntamiento vulneran uno de sus ejes de campaña, que es el acercamiento con organizaciones sociales que sirven de apoyo al gobierno en muchos frentes. Pero si estos grupos andan a vuelta y vuelta en la Tesorería o en el DIF para obtener recursos que les ayuden en sus labores, bastante mal queda un candidato que llegue a decirles que quiere trabajar con ellos.
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Por cierto, el tesorero Pablo Chávez Rossique está en buena compañía de colegas emproblemados, pues al parecer los jefazos de las finanzas municipales en toda la zona conurbada pasan por mal momento. Como ya se dijo, don Pablo trae encima a los priistas en el Cabildo, que lo acusan de arrogante, aunque por otra parte hay quienes comentan que el tesorero en realidad quiere meter en cintura a los ediles que andan muy sueltos con la condonación de multas que le cuestan millones al erario. Pero del otro lado del Nazas también se cuecen habas. En Gómez Palacio, el tesorero Miguel Chibli trae encima los adeudos a proveedores que le dejó la pasada administración, así como obligaciones del Municipio con el CRIT o la CFE. Pero adentro del Cabildo, don Miguel enfrenta un problema doble. De un lado tiene la oposición de los panistas, sus excorreligionarios, que no le perdonan haber agarrado el “hueso” en una administración priista, y del otro lado está el síndico Gabriel Villalobos, que es priista, pero de un grupo opuesto a la alcaldesa Rocío Rebollo, y que se la pasa haciendo observaciones a las cuentas públicas. Don Miguel ya no haya la puerta de salida y los subagentes comentan que le presentó la renuncia a doña Rocío, pero no se la aceptó, así que va a tener que seguir rifándosela. Y un poco más allá, en Lerdo, Juan Francisco Morales mejor ha optado por la “ley fuga” para no hablar del adeudo que el Municipio tiene con Fonacot por pagos de sus empleados y que él mismo había prometido resolver en febrero. Hasta ahora ni don Juan ni el alcalde Roberto Carmona han dicho nada al respecto. Al paso que van, los tres tesoreros conurbados van a tener que formar un club de “plañideras” para compartir sus cuitas.
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Nuestros subagentes en el evento para conmemorar el Día Mundial del Agua que encabezó el Presidente Felipe Calderón cuentan que algunos productores agrícolas de La Laguna que estaban presentes, salieron medio enojados con unos comentarios del discurso presidencial. Al hablar de la crisis de agua que se vive en el país, don Felipe regañó a los productores al señalar que “con toda la escasez que tenemos”, el 62 por ciento del agua en México se usa con fines agrícolas y la gran mayoría de ésta se consume “sin la tecnificación necesaria para aprovechar su eficiencia”. Don Felipe le dio en el clavo al problema del abatimiento de los mantos acuíferos en la Comarca Lagunera, donde por años los productores han usado agua del subsuelo para regar “a la antigüita” y pocos se han “puesto las pilas” para hacer más eficiente el uso del agua. Los subagentes señalan que algunos agricultores se molestaron con el señalamiento presidencial porque el Gobierno Federal se ha visto lento, si no es que paralítico, con los programas de apoyo a la tecnificación de riego y los proyectos para asegurar un acuífero sustentable. Sin embargo, la mayoría de los productores en cuestión, en realidad se enojó por la balconeada que les dieron porque quieren que las cosas sigan igual, ya que en sus personales intereses no les afecta y meterse a la tecnificación, a pesar del bien que se hace al país, sí cuesta.
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La campaña aliancera del primer compadre Guillermo Anaya sigue batallando para congraciarse con los grupos panistas que durante años había ignorado, y ahora nuestros subagentes comentan que en el PRI se preparan para recibir a blanquiazules resentidos o que buscan colgarse de nuevo en la nómina y van para donde sopla el viento. Se comenta que un grupo de exregidores y exfuncionarios de administraciones panistas, sobre todo en la peronera capital, brincarán al tricolor este fin de semana. También se cocina el paso de unos 200 militantes activos enojados por la forma de operar del grupo de don Memo y que quieren probar suerte con Rubén Moreira. Pero el golpe que prepara el grupo del aspirino tricolor tiene que ver con el cortejo de quien fuera uno de los principales operadores del PAN en Saltillo, José Ángel Rodríguez Calvillo. Marcado con el fierro del exalcalde de la capital, Rosendo Villarreal, don José Ángel era delegado de Desarrollo Social hasta hace tres años cuando fue removido para darle paso a Luis Fernando Salazar, fiel escudero de don Memo y, curiosamente, uno de los operadores de la campaña que más han enojado a los panistas no afines al compadre presidencial. El caso es que a don José Ángel lo desterraron a Hidalgo y tal parece que allá tampoco lo quieren. Dicen que los priistas ya le echaron el ojo para invitarlo a que se pase de su lado y ayude en la operación de grupos ajenos al tricolor. ¿Será?
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El General Carlos Bibiano Villa ya hizo su aparición en Quintana Roo para estrenarse como secretario de Seguridad Pública, pero su arribo a Chetumal llamó la atención no sólo por su atuendo de camiseta de los Osos de Chicago y gorra de los Patriotas de Nueva Inglaterra, sino porque llegó del brazo de la periodista Isabel Arvide, quien se ha convertido en su “mánager” ante el alto mando del Ejército. La llegada también fue acompañada por una investigación en la Comisión de Derechos Humanos abierta porque el general declaró que prefiere matar delincuentes a detenerlos. Quizá por eso fue el recibimiento que le dieron los criminales del Estado, dejando cuerpos con mensajes que amenazaban convertir a Quintana Roo en “otro Torreón” si Villa los alebresta. Ahora don Bibiano ya será problema del nuevo gober allá, Roberto Borge, pues de este lado más tardó el general en irse que su sucesor, Adelaido Flores, en desmarcarse de su estrategia y anunciar un mayor enfoque en los delitos comunes. Pero como don Adelaido resultó ser bastante tranquilo y cuidadoso para no irse de boca, nuestros subagentes ya extrañan el humor involuntario del General Villa, que al menos provocaba macabras sonrisas ante la tragedia del crimen en que está inmersa La Laguna.
