El Presidente Felipe Calderón tuvo ayer una visita de tres horas a Torreón para escuchar inquietudes de empresarios sobre la situación económica y de seguridad en la Comarca Lagunera. Por lo menos tuvo un recibimiento mucho mejor que la última vez que estuvo aquí, cuando el célebre abucheo del TSM. Lo primero que sorprendió fue que don Felipe y el gober Jorge Torres se echaron mil flores y se trataron con seda. Tras recitar una larga lista de acciones de gobierno, como si fuera “informe”, el presidente esperó hasta después de la comida privada que organizó la Cámara de Comercio para una sesión de preguntas y respuestas.
En la ronda de preguntas, don Felipe escuchó solicitudes variadas, como el envío de más fuerzas federales, acciones de combate a la corrupción y hasta créditos para empresas. (Hasta se dio tiempo para regañar a uno de nuestros subagentes por tomar notas, que porque el evento no era “entrevista”). El tema más esperado, sin duda, era el de los refuerzos de seguridad, pero el presidente evadió el compromiso y nomás dijo que lo “analizarán” y que para eso enviará al secretario de Gobernación, Francisco Blake, aunque eso y nada es lo mismo, pues la última vez que vino don Francisco se fue en blanco y todo quedó igual, pero quién sabe si el presidente estaba enterado de eso. Los subagentes dicen que hasta los empresarios presentes en la mesa de honor salieron sin respuesta ante las peticiones de apoyo para atraer inversión. Sin embargo, don Felipe también le dedicó algunas porras al trabajo de los laguneros y a su capacidad para enfrentar obstáculos, e hizo suyo el “ya basta” a la delincuencia que ha gritado la sociedad, lo cual generó algo de entusiasmo y aplausos. Si al menos las palabras fueran seguidas de los hechos.
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Ante la ola de violencia que azota a La Laguna, las autoridades no sólo escurren el bulto en el combate a la delincuencia, sino también en la atención a las víctimas. Por más que los diferentes niveles de gobierno presumen sus programas de salud, cuando se trata de personas heridas en balaceras no hay Seguro Popular (federal) ni Tarjeta de la Salud (estatal) que valga. Nuestros subagentes reportan que personas que quedaron atrapadas en un fuego cruzado o se encontraban sin deberla ni temerla en el lugar de un ataque, han acumulado cuentas de hospital que no pueden saldar con programas públicos de salud. Son los llamados “daños colaterales” que nada más se convierten en estadística. El último caso conocido por los subagentes es el de una niña baleada a quien le amputaron una pierna en un hospital público, pero los padres no consiguieron apoyo para pagar la operación que costó ochenta mil pesos. Esos casos se repiten en dependencias federales, estatales y municipales donde se declaran incompetentes. En el colmo, los subagentes reportan que algunas víctimas han conseguido apoyos solamente porque consiguen el favor de un líder partidista. Los que no corren con esa suerte tienen que peregrinar hasta conseguir algo de apoyo frente a la inutilidad de las autoridades para atender esta secuela de la guerra contra el crimen organizado. Lindas autoridades tenemos.
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El director de Radio Torreón, Armando Cobián, no se ha resignado a dejar el hueso de jefazo de Atención Ciudadana y nuestros subagentes dicen que ya trae pique con el nuevo titular de la oficina, Guillermo Covarrubias. Se dice que don Armando se apareció en un evento de las brigadas de atención ciudadana hace unos días nada más para hacer bola y le reclamó a don Memo que esas brigadas para entregar apoyos no servían para nada y que estaban tan mal que ni siquiera iba el alcalde Eduardo Olmos. Don Memo le respondió que mejor ni opinara, pues apenas estaba tratando de arreglar el desorden que don Armando dejó en Atención Ciudadana, cuya gestión se caracterizó por acumular quejas contra la dependencia. El caso es que el argumento se calentó y los dos funcionarios, como villanos, incluso llegaron a las manos y se soltaron algunos trancazos. Con ese nivel de colaboradores, poco por no decir nada se puede esperar sobre la atención que brinda el Municipio a los ciudadanos, pero como los dos funcionarios son consentidos del Alcalde, seguramente no va a pasar nada.
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Con bombo y platillo el alcalde Eduardo Olmos lanzó el Instituto Municipal de Planeación y Competitividad, un nombre demasiado largo para un organismo que nadie sabe con qué se come. Según esto, servirá para diseñar políticas públicas, pero a los subagentes les llama la atención el hecho de que es un eslabón más en una larga cadena de institutos fallidos. Un problema es que no se sabe cómo se vincula con otros órganos de desarrollo económico de la región. Otro es que no se trata de un esfuerzo conurbado que tenga visión metropolitana, pues no incluye a Gómez Palacio y Lerdo y por lo tanto tampoco se sabe cómo se vinculará con el comité que administra recursos del Fondo Metropolitano. El nuevo jefazo del instituto, Eduardo Holguín, tendrá que ponerse las pilas para darle sentido a la nueva criatura para que no se quede nada más en una nómina más del Ayuntamiento y él no pase a convertirse en intelectual orgánico (léase paracaidista) de la administración municipal.
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La que ya prepara maletas para aventarse un viajecito a Dubai es la regidora priista Blanca Maltos. Hasta ahora no se sabe exactamente a qué va, (aunque se sospecha) pues mientras unos subagentes dicen que es acompañando al ballet Nahucalli para un evento cultural, otros dicen que es con un grupo de gastronomía para una exposición. Tampoco se sabe a título de qué va doña Blanca, si es con una encomienda específica o, como presidenta de la Comisión de Cultura del Cabildo, conocer cómo es la cultura en los Emiratos Árabes o nomás para hacer bulto. El financiamiento del viaje también está medio oscuro y no será barato, pues sólo en comidas se le iría un mes de sueldo. Los subagentes dicen que al menos el boleto de avión va a correr por cuenta del erario municipal, lo cual no es poca cosa pues el pasaje costaría al menos treinta mil pesillos y eso es en clase turista y a lo mejor a la regidora no le gusta viajar con la pelusa.
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Autoridades federales y estatales se anotaron por fin un buen punto de coordinación con los incendios que han azotado el norte de Coahuila. Nuestros subagentes comentan que las delegaciones federales han trabajado bien con las huestes del gober Jorge Torres. Sin embargo, hay algunos puntos que han provocado fricciones, como la lentitud burocrática del Fondo de Desastres Naturales que maneja la Federación, que dificulta la obtención de equipo y material para hacerle frente al fuego. Dicen nuestros subagentes que ante el atorón, el Estado se tuvo que mover con recursos propios con la esperanza de que el Fonden luego les pague la cuenta. A ver para cuándo...
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Ya lo había dicho el Arzobispo de Durango. Luego lo confirmó un alto mando del Cártel de Sinaloa en una declaración tras ser detenido. Ahora lo asegura un funcionario de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos: el capo más buscado de México, Joaquín “El Chapo” Guzmán, vive y se mueve a sus anchas en la sierra de Durango. ¿Se habrá dado por enterado el gober Jorge Herrera Caldera? ¿O a lo mejor se le hace bien que en su estado viva un millonario de Forbes?
