Finalmente un secretario de Gobernación vino a La Laguna con algo más que promesas, y ayer Francisco Blake anunció un giro en la estrategia contra el crimen en la región, con la noticia de más refuerzos militares y policiacos bajo un coordinador. Está por verse cómo funciona el despliegue de fuerzas federales y en cuánto tiempo llegan, pues aunque don Francisco dijo que sería “en las próximas horas”, en la burocracia eso a veces significa semanas. Los gobernadores de Coahuila, Jorge Torres, y de Durango, Jorge Herrera, parecían muy contentos con el “aliviane”, pero nuestros subagentes comentan que también se llevaron jalones de orejas, pues el jefazo de Gobernación los habría regañado por la lentitud de los estados para capacitar a las policías locales e incluso cuestionó qué hacían con los millones de pesos que el Gobierno Federal envía para tal efecto.
Después, en sus declaraciones públicas, don Francisco insistió en la necesidad de vigilar y fiscalizar la forma en que los gobiernos estatales gastan los recursos, con lo cual sugirió que no le pueden escurrir todo el bulto a la Federación. Por su parte, los gobernadores estuvieron en plan amigable y le lanzaron elogios y agradecimientos. Además, para que luego no dijeran que venía con las manos vacías, don Francisco llegó con su propia “caballería” y por ahí se aparecieron el comisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas, la nueva subprocuradora para Delincuencia Organizada de la PGR, Patricia Bugarín, y varios altos mandos del Ejército. El único problema fue que el secretario venía “colgado” y antes de reunirse con los empresarios tuvo una encerrona con autoridades federales y locales, lo cual puso molestos a varios “ipecos” que tuvieron que esperarlo como tres horas y mataron el tiempo viendo el partido Barcelona-Real Madrid. Quizá por esto los empresarios estuvieron en un plan más escéptico con las peticiones para más refuerzos policiacos y un mayor combate a la delincuencia, pero al final el anuncio de don Francisco los dejó satisfechos de que, al menos, el secretario de Gobernación había visto un mapa y aprendido que en La Laguna se debe usar un enfoque regional. A ver si esto funciona, porque la siguiente alternativa es, de plano, ponerle veladoras al beato Juan Pablo II.
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Francisco Blake tendrá mañana otro encontronazo coahuilense cuando comparta foro con el gober ¿con licencia? y jefazo del PRI, Humberto Moreira. Ambos están programados para verse las caras en el foro “Seguridad y Justicia” organizado por el empresario Alejandro Martí. Don Humberto y don Francisco seguramente se van a echar la bolita sobre el problema de la inseguridad y, seguramente también, no van a llegar a ningún lado, pero el espectáculo estará bueno. Otro encuentro interesante que se dará en el marco de este foro será la cena que hoy tendrían empresarios laguneros que asistirán al foro con el gober de Baja California, José Guadalupe Osuna. El encuentro será para que don José presuma a los “ipecos” laguneros algunas acciones que permitieron bajar los niveles de inseguridad en Tijuana, que hace unos años estaba igual que Torreón y Gómez Palacio. Claro que la diferencia es que el gober bajacaliforniano es del PAN y no tiene broncas con el Gobierno Federal, que le echó todos los kilos a Tijuana, de una manera que no lo ha hecho en La Laguna. O también se puede deber, como se afirma en medios internacionales, a que “El Chapo” Guzmán ya ganó el control de Tijuana y por eso las cosas se calmaron. ¿Será?
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Mientras se “aterrizan” algunos proyectos para solucionar el problema de abasto de agua en La Laguna, nuestros subagentes han notado un interés demasiado evidente entre algunos funcionarios de Coahuila y Durango por la construcción de una planta que potabilice el agua de las presas para el consumo de los laguneros. Lo curioso es que la Comisión Nacional del Agua ha descartado el proyecto de una potabilizadora por su alto costo y poco beneficio, pues a final de cuentas sólo resuelve el problema del consumo humano sin atacar la recarga del acuífero y, por lo tanto, la viabilidad de la actividad agrícola en La Laguna. De hecho, la potabilizadora es el proyecto más caro de todos los que están sobre la mesa. Es precisamente por eso, dicen los subagentes, que está muy claro por qué algunos funcionarios siguen insistiendo con el tema. Como la comisión “estándar” para asignar la construcción de obras ronda el diez por ciento del costo, y la potabilizadora tendría un costo de mil cuatrocientos millones de pesillos, el “moche” que se podrían llevar los encargados del proyecto resulta muy jugoso, de más de cien millones de pesos. ¿O a poco de veras piensan que la potabilizadora resuelve todos los problemas del agua en la región?
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Y hablando de “moches”, nuestros subagentes infiltrados en el PAN reportan que ya se prepara la segunda etapa de la campaña sucia que los blanquiazules traen contra el PRI rumbo a las elecciones para gobernador. Dicen los subagentes que el blanco en esta ocasión serán algunos funcionarios del “Gobierno de la Gente” y de la administración municipal de Torreón a los que les achacarían un “supuesto” enriquecimiento inexplicable, o por lo menos una mejora sustancial en su calidad de vida en los últimos años. Se dice que los personajes que serán objeto de la campaña son el jefazo del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila, Javier Villarreal; el vicegober de Desarrollo Regional, Miguel Ángel Riquelme (a quien ya le balconearon su BMW); el vicegober de Obras Públicas en La Laguna, Gerardo Berlanga; el alcalde Eduardo Olmos, el contralor municipal, Lauro Villarreal, y el contralor del Simas, Mario Cepeda. Aún no se sabe si la campaña estará enfocada contra todos a la vez o si irán uno por uno. Los subagentes comentan que los responsables de elaborar los expedientes son dos alfiles del aspirino y primer compadre Guillermo Anaya: el delegado de la Reforma Agraria, Luis Gurza y la síndico panista Luz Natalia Virgil, que le sabe bien al asunto de las cuentas públicas y de las “cochinaditas” que se dan frecuentemente en el medio. Sin embargo, parece que la estrategia sólo va enfocada a Torreón y no se ve que esta campaña haya pegado en el resto de Coahuila, donde es mucho mayor el reto que tiene don Memo para seguir agarrado al presupuesto y no pasar a vivir en el error, lo que es tristísimo.
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En la Tesorería General del Estado que comanda Jesús Ochoa están haciendo quedar muy mal al ex gober Humberto Moreira al atorar el flujo de recursos que prometió a organizaciones civiles y culturales en Torreón. Como se recordará, en sus tiempos de gobernador, (¿qué ya se acabaron?) don Humberto firmó varios convenios con asociaciones, comprometiendo apoyos económicos hasta el fin del sexenio, y en otros casos dio su palabra para que fluyeran recursos del gobierno estatal. Pero ahora resulta que las huestes de don Jesús tienen todo atorado y salen con que esos apoyos se tienen que volver a aprobar, a pesar de que existen acuerdos. A lo mejor a don Humberto ya se le olvidó todo esto, ocupado como anda en “parchar” diferencias entre Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio_Beltrones en restaurantes de la capirucha del esmog donde a veces la cuenta equivale al sueldo mensual de un funcionario. Pero dicen los subagentes que en las organizaciones en cuestión sí se acuerdan y hay molestia porque, al parecer, la firma de Humberto Moreira no vale ni el papel en el que está estampada.
