Con el aumento de los operativos policiacos en la Comarca Lagunera han aumentado también los casos de extorsión por parte de agentes “del orden” que aprovechan la inseguridad y el temor de la ciudadanía para hacer su agosto. Las “mordidas” ocurren tanto en los retenes de revisión de vehículos como en las principales arterias de la zona conurbada. En el primer caso, dicen nuestros subagentes que hay policías municipales que “muerden” incluso a la vista de los federales, que también a veces le entran a esta práctica, con la amenaza de enviar a los conductores al Ministerio Público si no se “mochan”. Esta situación es más frecuente en Gómez Palacio, mientras que en Torreón prácticamente toda la ciudad está a merced de agentes de tránsito que quieren sacar tajada de automovilistas incautos. En Torreón, el alcalde Eduardo Olmos nada más se tardó casi año y medio en admitir el problema y ya salió con que habrá una investigación de esta práctica, como si apenas se estuvieran enterando de que el problema existe. Del otro lado del Nazas, la alcaldesa Rocío Rebollo y el jefe de Policía, Víctor Hugo Cordero, siguen en la negación, azorados de que alguien ose criticar a sus muchachos. En la Policía Federal también hacen como que no pasa nada y falta ver qué medidas tomará el General Marco Antonio González Barreda ahora que se estrena como mando regional. Lo que está claro es que agentes policiacos de todos los niveles han sabido explotar el clima de temor entre ciudadanos y nuestros subagentes han detectado que la mayoría de los casos reportados son contra mujeres que viajan solas en sus vehículos, lo que significa que saben escoger bien sus víctimas.
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Pero claro que las extorsiones son para los simples mortales, porque hay quienes logran zafarse usando la “charola”, como ocurrió hace unos días con el regidor priista José Gánem, que se pasó un semáforo en rojo de lo más quitado de la pena. Don Pepe no se percató que había una patrulla en el crucero, que se lanzó ipso facto sobre el vehículo del edil, sin saber quién era. Tras un breve intercambio de palabras, las suficientes para que el joven Gánem “charoleara”, los agentes lo dejaron ir sin multa ni nada. Seguramente el regidor sabe que como es consentido del alcalde Eduardo Olmos y del secretario del Ayuntamiento, Miguel Mery, éstos lo van a proteger a capa y espada y a lo mejor hasta justificarían la infracción con el pretexto de que el regidor tenía prisa para irse a una reunión de la Comisión de Seguridad Pública, la misma que tiene ocho meses de no sesionar. O a lo mejor dicen que tenía prisa para ir al baño, aunque en ese caso fácilmente se hubiera podido parar a hacer su gracia en la banqueta sin problemas. Al cabo que es “influyente”.
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En el calor de las campañas electorales, el aspirino del PRI, Rubén Moreira, anda muy entusiasmado y mantiene la orden a los priistas de Torreón que le saquen 170 mil votos en la elección del 3 de julio. Dicen nuestros subagentes que esa cifra fue calculada por los estrategas de don Rubén en la peronera capital, particularmente el coordinador de campaña, Héctor Franco, pero algunos tricolores de la localidad aseguran que el objetivo de votos no toma en cuenta la realidad electoral. Como ya se había señalado, la meta representa 40 mil votos más de los que sacó el alcalde Eduardo Olmos en 2009, pero hay quienes opinan que la calidad de la administración de don Lalo a lo largo de año y medio, lejos de dar para sumar más simpatías al PRI las va a disminuir o, en el mejor de los casos, las dejará igual. Se dice que algunos priistas locales ya le hicieron ver al candidato que va a estar difícil lograr el objetivo, pero don Rubén no deja que le bajen las expectativas. A ver cómo les va.
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Nuestros subagentes que observan el proceso electoral reportan el tránsito de otro prominente cuadro de la administración de José Ángel Pérez al equipo del priista Rubén Moreira, aunque por vía indirecta, pues no salió del PAN. Se trata del ex secretario de Ayuntamiento, Gerardo Puentes, quien andaba muy activo en la Unión Democrática Coahuilense y, al fracturarse, en un principio optó por seguir alineado con Evaristo Lenin Pérez y no pasarse al Partido Palero (perdón, Primero) Coahuila del profe Jesús Contreras Pacheco. Sin embargo, hace unos días se supo que don Gerardo ya dio el paso de la muerte y se alineó con el PPC, donde contribuirá a la estrategia electoral del membrete que anda de rémora en alianza con el PRI. A estas alturas, con tanto ex colaborador que se pasó a la campaña de don Rubén, se ve difícil qué tipo de futuro político podría tener don José Ángel, quien estaría buscando una reactivación política. Ahí le queda el PT o Convergencia, donde podría pasar a ser colega de Gerardo Fernández Noroña.
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El gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, ha hecho hasta lo imposible por pasarle al Gobierno Federal la papa caliente de las narcofosas que aparecieron en Durango capital y que han arrojado más de 200 cadáveres. Don Jorge ha insistido que es la PGR la que debe encargarse del paquete, pero esta postura le representa un delicado equilibrio político, pues no se puede poner tan exigente con la Federación porque en una de esas lo mandan por un tubo. Pero el verdadero problema lo tiene el gober en el frente interno, pues el asunto salpicaría a su administración y, sobre todo, a la de su antecesor, Ismael Hernández Deras. Dicen nuestros subagentes que los cuerpos encontrados tienen entre dos meses y cuatro años de haber sido enterrados. Es decir, los cuerpos de nueve meses para acá son bajo su “turno” mientras que los anteriores homicidios ocurrieron bajo el gobierno de don Ismael. Naturalmente que don Jorge no se va a echar la “bolita” a sí mismo y menos (¡ni lo mande Dios!) al que lo puso en la gubernatura.
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Por cierto, hablando del ex gober Hernández Deras, nuestros subagentes en la capirucha del esmog reportan que su antiguo vecino Humberto Moreira no le va a cumplir el sueño de incorporarse al Comité Nacional del PRI para seguir agarrado a un “hueso” y estar en posición de aspirar a una buena chamba si el tricolor regresa a Los Pinos en 2012. Se comenta que don Humberto la está pensando dos veces antes de meter a su equipo a exgobernadores que dejaron sus estados hechos unos desastres en materia de seguridad, como los de Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León o Durango (aunque él así dejó Coahuila). El premio de consolación para don Ismael sería irse de delegado del PRI a Michoacán para encargarse de la campaña a gobernador rumbo a la elección de noviembre. Al parecer el PRI enfrenta problemas internos para sacar candidato y esta situación pinta como buena oportunidad de mantener entretenido a don Ismael. Aparte, como en Michoacán impera la violencia y la inseguridad, el ex gober de Durango se va a sentir como en casa.
