En la delegación Laguna de la Fiscalía General del Estado están medio perdidos, y no precisamente porque anden fuera de rumbo (bueno, eso también), sino porque los funcionarios encargados del changarro no se han dejado ver mucho y traen un problemilla de comunicación. Por segunda semana consecutiva, la Fiscalía no ha sostenido la conferencia semanal “de cajón” para dar a conocer el índice delictivo de la ciudad y las acciones del “Plan Torreón” contra la inseguridad. Esta conferencia era presidida por el delegado Fernando Olivas y en ocasiones se dejaban venir de la peronera capital el Fiscal Jesús Torres Charles o su segundo de a bordo, Domingo González Favela. El reporte semana permite diagnosticar la evolución criminal en estos lares y evaluar el trabajo de los muchachos de la Fiscalía, pero la semana pasada, don Fernando de repente se excusó de dar el reporte porque dijo que tenía que salir corriendo a Saltillo.
Curiosamente, la salida del delegado fue en los momentos en que avanzaba rumbo a sus oficinas la marcha de apoyo a Pablo Armendáriz, sospechoso del asesinato del empresario Carlos Valdés Berlanga. Pero esta semana tampoco hubo conferencia, por lo que en un principio nuestros subagentes pensaron que don Jesús y sus muchachos concluyeron que los datos del reporte semanal eran una “auto-balconeada” dados los índices delictivos, o que los datos no sirven para nada. Mal harían en pensar eso, pues al menos son útiles para saber cómo andan las cosas y qué tan efectiva ha sido la acción de las “fuerzas del orden” (es un decir), pues sin ese diagnóstico las medidas contra la delincuencia no son efectivas. Sin embargo, escarbando un poco más y con base en lo que dicen las malas lenguas, los subagentes reportan que la ausencia de información tiene que ver con un desorden que trae la Fiscalía en su área de comunicación, donde ocurren más filtraciones que en la tubería del Simas, que ya es decir. Se comenta que la encargada de ese departamento no trabaja sólo para la Fiscalía, sino que “dobletea” como corresponsal de un diario saltillero, lo que aprovecha para meter uno que otro gol. ¿Será?
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Y en esto de la seguridad, nuestros subagentes han recogido dos casos para la atención del mando regional: General Marco Antonio González Barreda y el jefazo de la Policía Federal, Pascual Rodríguez. Ya no son sólo los casos en que los agentes federales aprovechan los retenes del “Sellamiento Nazas” para “morder” a automovilistas, sino que ahora hay casos en que no buscan la gratificación monetaria. Los subagentes reportan que ahora los policías federales también piden ¡citas! a conductoras que detienen en los retenes, mientras hacen como que les revisan el vehículo. Al menos dos casos se han registrado en el retén del bulevar Miguel Alemán de Gómez Palacio, en donde dos jóvenes damas fueron abordadas por los agentes federales que en lugar de hacer su chamba dan rienda suelta a sus impulsos románticos. Reportan las damitas que el pretexto de los federales para el “ligue” es que tienen mucho tiempo fuera de casa y que aquí viven entre puro “vato” ( y feos) y pues como que necesitan diversión. Lo único que consiguen los agentes es intimidar aún más a las conductoras, que ya ni quieren soltar sus documentos, no sea que vayan a averiguar dónde viven. Obviamente, mientras los federales dan rienda suelta al don Juan que traen dentro, los malandros se pasean impunemente armados hasta los dientes por toda la Comarca. Si esto sigue así, al rato van a tener que contratar puros eunucos para policías.
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¿En qué se parecen el aspirino a diputado local Rodrigo Fuentes y el Gobierno de Coahuila? En que ambos terminan sus obras fuera de tiempo. Así fue con la casa de campaña de don Rigo, que el día del arranque de la carrera por el Congreso local todavía estaba sin terminar la remodelación. Claro que esto es sólo anecdótico, pues lo grave fue que don Rigo se pasó por el “arco del triunfo” el acuerdo del Cabildo donde hasta hace poco era el primer regidor, para exhortar a los partidos a evitar hacer proselitismo en la calzada Colón. Y es que la oficina en cuestión se encuentra en plena calzada, adornada con fotos del candidato a gran tamaño, porque ya se sabe que entre más grandes se ven “más mejor”. A don Rigo también le valió el exhorto que dio el alcalde Eduardo Olmos, pero ya es normal que a don Lalo nadie le haga caso, pues también los del PAN decidieron poner una oficina en la misma calzada, con todo y fotos del aspirino y compadre Guillermo Anaya. Aunque por lo menos don_Rigo tapa sus fotos los domingos y el primer compadre no. Ya no hay respeto.
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La revelación de que el Municipio descuenta a los policías de Torreón una cuota que va a parar a las arcas del PRI puso de manifiesto la forma en que el alcalde Eduardo Olmos y sus huestes no se detienen ante nada cuando se trata de apuntalar su grupo político. Si bien los regidores del PAN que dieron la exhibida no han podido comprobar el desvío de recursos federales y el Municipio asegura que este dinero no se usa para sueldos de los agentes, el problema de fondo toca la supuesta profesionalización de los policías que según esto las autoridades quieren lograr. Eso de que la cuota es voluntaria no se la cree nadie, pues todo el mundo sabe que en política las cosas se hacen “voluntariamente a fuerzas”, pero difícilmente se logrará crear un servicio policiaco profesional si de entrada parte de su sueldo va a dar a la cuenta de un partido, porque de ahí a que la militancia priista sea requisito para entrar a la Policía y que ahora los uniformes sean rojos, sólo hay un paso. Pero lo más preocupante es que ninguna autoridad puede argumentar que uno de los problemas del combate a la delincuencia es el bajo sueldo que tiene un policía, cuando encima de eso se les descuenta una cuota. ¿Sabrán don Lalo o sus secuaces lo que significan 129 pesos para un policía que gana menos de 4 mil al mes?
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Nuestros subagentes en Durango reportan que algunos secretarios del gabinete estatal andan amarrando navajas entre el gober Jorge Herrera Caldera y la alcaldesa de Gómez Palacio Rocío Rebollo. Se dice que el pretexto es una bolsa de recursos estatales cuya aplicación no se ha concretado en Gómez Palacio, pero el fondo del asunto parece ser el “hueso” que agarró el curuleco y exalcalde Ricardo Rebollo en el comité nacional priista. No es que la chamba de “secretario general adjunto” del tricolor sea muy influyente o poderosa (su equivalente burocrático es: jefe de departamento B de Asuntos Múltiples de la subsecretaría de Cosas Irrelevantes). La cuestión es que desde esa trinchera don Ricardo queda en buena posición para buscar la gubernatura dentro de cinco años. Hasta ahora no hay indicios de que el gober Herrera haya tenido bronca con el nombramiento, ni tampoco que se la quiera cobrar a doña Rocío. Lo más probable es que los secretarios que andan metiendo “grilla” estén “cilindreados” por el ex gober Ismael Hernández Deras, a quien no le cayó nada bien la deferencia de su ex colega Humberto Moreira al clan Rebollo.
