Aunque todavía está por verse el efecto electoral de las andanzas empresariales de Vicente Chaires, cercano colaborador del gober con licencia y jefazo del PRI, Humberto Moreira, en las altas esferas del PAN andan acelerados supuestamente integrando "expedientes" que pudieran usar en vísperas de las elecciones. Dicen nuestros subagentes que en el círculo cercano al aspirino y primer compadre, Guillermo Anaya, tanto en la Ciudad de México como en Coahuila, examinan diversos casos para soltarlos en las próximas dos semanas a ver si les pega algún chicle que, a dos semanas de las elecciones, pudiera emparejarlos en las preferencias electorales contra el priista Rubén Moreira. Los expedientes pudieran estar relacionados con el "Gobierno de la Gente" o travesuras cometidas por personajes cercanos al clan Moreira.
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Se dice que en el PAN quedaron desilusionados con la campaña "No al Hermano" porque no les produjo el brinco que esperaban en las encuestas o incluso pudo haberlos perjudicado al asociarlos con la "guerra sucia". Ahora la estrategia sería exhibir revelaciones concretas que pudieran causar escándalo. Por lo pronto, el Comité Nacional panista ya enfocó sus baterías en el todavía director del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila, Javier Villarreal, por presuntos vínculos en negocios inmobiliarios de Texas a nombre de un pariente político. Esta movida ya se había anticipado, por el poder que don Javier adquirió como el "zar financiero" del "Gobierno de la Gente", y quizá por eso el funcionario apenas se aparece en la peronera capital y han crecido los rumores de su salida del gobierno estatal. Al parecer la táctica del PAN busca replicar el caso "Pajaritos" de 1996, cuando una semana antes de las elecciones de alcaldes y diputados se reveló que el entonces gober Rogelio Montemayor habría hecho negocio en la privatización de una planta de Fertimex durante el remate de paraestatales en el sexenio salinista. En esa elección el PAN ganó las alcaldías de Torreón, Saltillo y Monclova (y curiosamente el diario que publicó el caso "Pajaritos" es el mismo que balconeó a don Vicente). El problema es que aquel escándalo funcionó en un clima de animadversión contra el PRI derivado, a nivel nacional, de la crisis económica y, en Torreón, de la pésima administración de Mariano López Mercado. Los panistas esperan que ahora exista un terreno similar y si bien la actual administración municipal parece copiada (y aumentada) de don Mariano, la diferencia es que a nivel nacional, ahora el PAN lleva las de perder.
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Nuestros subagentes en la Presidencia Municipal reportan que uno de los retrasos más notorios en la oficina del alcalde Eduardo Olmos es el del "Monitor de Cabildo", que según esto llevará cuenta del trabajo de los regidores. Se dice que el mentado Monitor no avanza por las broncas entre el secretario del Ayuntamiento, Miguel Mery, encargado de conseguir su aprobación, y el director de Informática, Fernando Gallardo, que debe armar el sitio de Internet para consultarlo. Lo más absurdo es que el Monitor forma parte del rezago que existe en el Cabildo, por lo que se da la ridícula situación de que el instrumento diseñado para darle más eficiencia al trabajo de los regidores es víctima de la misma ineficiencia de los regidores. Y como las sesiones de Cabildo se programan de acuerdo al humor con que amanecen don Lalo y don Miguel, nomás no se ve para cuándo. Se comenta que en la secretaría del Ayuntamiento se le hacen "ajustes" para que sean los mismos regidores los que alimenten los datos del Monitor, como sus horarios de trabajo, agenda diaria o participación en comisiones, sin ningún mecanismo para comprobar que los datos sean verídicos. El Monitor fue diseñado por Carlos Castañón Cuadros y ya las malas lenguas comentan que lo está haciendo al gusto del alcalde y los ediles, como si fuera un "intelectual orgánico" de la administración municipal. ¿Será?
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La sorpresiva renuncia del Fiscal General de Durango, Ramiro Ortiz Aguirre, echó a volar la maquinaria de la especulación y los rumores sobre la salida del funcionario y la situación de (in)seguridad que se vive en el Estado. Nuestros subagentes han recogido tres hipótesis sobre la dimisión. La primera es que el ahora exfiscal no pasó las pruebas de control de confianza del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El mismo gobierno estatal niega esta versión con el argumento de que las pruebas no están terminadas, lo cual resulta curioso pues parece que no leyeron el periódico cuando el jefazo del Sistema, Juan Miguel Alcántara, dijo que las pruebas de altos mandos ya se habían realizado y que había muchos que "tronaron", aunque no mencionó nombres. Que si don Ramiro está entre los reprobados es una de las preguntas de moda en Durango. Otra versión vincula la renuncia con la detención de siete comandantes de la Dirección Estatal de Investigaciones, que realizaron la Marina y la Policía Federal en un operativo hace un mes. Entre los detenidos iba un comandante que había renunciado a la DEI, pero luego fue recontratado, a pesar de que el Gobierno Federal tenía en su contra un expediente que podría llenar una biblioteca. Los comandantes en cuestión fueron llevados a un penal federal donde, se dice, están soltando mucha sopa. La tercera versión, relacionada con la segunda, es que el gober Jorge Herrera Caldera estaba bajo mucha presión de la Ciudad de México para deshacerse del funcionario y que habría sido advertido que, de no tomar cartas en el asunto, perdería el apoyo federal. Todo esto se habría conjugado para propiciar la salida de don Ramiro quien, por cierto, unos días antes había declarado que no se iba a ir hasta que Durango fuera un estado seguro. Ni que fuera a vivir cien años.
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La Camerata de Coahuila dio ayer un espléndido concierto para cerrar la temporada y marcar su 17 aniversario como una orquesta que se ha ganado un lugar entre las mejores del país. Ahora el candidato del PRI a la gubernatura, Rubén Moreira, trae de moda la idea de armar una Sinfónica, pero su propuesta suena cada vez más hueca (por no decir ridícula) cuando se comprueba que en la peronera capital la Camerata los tiene muy sin cuidado y el director del Instituto Coahuilense de Cultura, Armando Guerra, sigue atorando los recursos. Ya se había reportado aquí que don Armando se estaba haciendo "pato" con un dinero que mandó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para instalar una concha acústica en el Teatro Nazas. Pues los días pasaron y la cosa sigue igual, el director del Icocult sigue sin aflojar el billete, por lo que nuestros subagentes ya sospechan que se lo gastó en alguno de los muchos proyectos culturales que sí apoya en Saltillo (donde el concierto de la Camerata mañana será gratis). Seguramente don Armando ignora que ese dinero no es suyo, ni siquiera del Icocult, dependencia que sólo debió recibir los fondos federales y canalizarlos inmediatamente a la Camerata, pues cualquier otra cosa es desvío de recursos, pero a lo mejor le importa un bledo.
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Por cierto, hablando de la Camerata y del concierto de anoche (que se repite hoy), dicen nuestros subagentes que el PAN prepara una denuncia ante la Fiscalía de Delitos Electorales contra el director Ramón Shade, el vicepresidente del Patronato, Antonio Méndez, y un sujeto alemán de nombre Ludwig van Beethoven, que describen como un oscuro operador de propaganda electoral. El hecho es gravísimo, según se asienta en el expediente, porque al parecer la "Oda a la Alegría" de la Novena Sinfonía menciona, no una sino varias veces, que "todos somos hermanos".
