Los cinco meses que median entre la elección de gobernador, en julio, y la entrada de la nueva administración, en diciembre, han provocado un intenso “grillero” entre funcionarios y legisladores, que prácticamente ha paralizado la actividad del “Gobierno de la Gente”. El cierre de los programas significa que ya se acabó la operación política, y la falta de pago a contratistas ha dejado inconclusas muchas obras, principalmente en La Laguna, sobre las que nadie mueve un dedo. La prioridad ahora es colocarse bien en el equipo del gober Rubén Moreira para garantizar una extensión de sus actuales huesos. En el actual gabinete hay algunos cercanos al futuro gober, como los secretarios de Gobierno, David Aguillón, o de la Función Pública, Ismael Ramos, que tienen garantizada su continuidad.
Sin embargo, nuestros subagentes comentan que una buena parte de los secretarios van a quedar en puestos menores, pues no forman parte del grupo agraciado y otros de plano van a quedar fuera. Por otra parte están los diputados locales, cuyas becas expira en diciembre, y que andan a la espera rezando novenarios. En esa situación se encuentran los laguneros Verónica Martínez, Jaime Russek, Salomón Juan Marcos o Shamir Fernández, así como el saltillense y pastor del rebaño, Fernando de las Fuentes. Hasta ahora, los curulecos locales sólo han asomado la cabeza cuando se les requiere, como fue el caso reciente de las reformas a la Ley de Deuda Pública, para dar manga ancha al próximo gobierno en la solicitud de más créditos. En la vicegubernatura de Desarrollo Regional, el jefazo Miguel Ángel Riquelme no tiene mucho de qué preocuparse, pero algunos de sus subordinados, como los subsecretarios de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, o el de Desarrollo Social, Javier Villarreal, ya tienen las veladoras prendidas. El otro Javier Villarreal, jefazo del Satec, prácticamente desaparecerá del Estado ahora que está saliendo a la luz el desorden financiero en el gobierno. La lista de aspirinos a un hueso es larga, pero aún quedan tres meses y medio para hacer méritos frente al gober electo. El problema es que la administración pública es la que sufre porque todos andan en la grilla tratando de “amarrar” nómina.
El que ya prácticamente amarró la presidencia estatal del PRI, es Salvador Hernández Vélez, dirigente del tricolor en Torreón y uno de los principales operadores del gober electo Rubén Moreira en La Laguna. Desde esa posición, don Chava podría aspirar a una diputación federal el próximo año. Y es que el principal contendiente para ese puesto, el exsecretario de Gobierno, Armando Luna, fue enviado a la capirucha del esmog, convocado al equipo del jefazo nacional del PRI, Humberto Moreira. A don Armando le crearon la secretaría de Derechos Humanos y Federalismo del Comité Nacional del partido. Su mismo título es un galimatías, porque ambos asuntos no están relacionados en nada, por lo que nuestros subagentes sospechan que el cargo fue creado para que se entretenga y siga firmando en la sagrada. Sin embargo, se comenta que don Armando trae la encomienda de armar la plataforma del partido en lo que se refiere a temas de seguridad y de reformas a la coordinación fiscal entre la Federación y los estados. Este último asunto ha acaparado los titulares en las últimas semanas, con la exigencia de don Humberto para que los estados reciban más dinero federal en 2012 para que puedan salir de los apretones financieros. Pero si las reformas a la coordinación fiscal no salen en esta Legislatura, sin duda el tema será de los más candentes en la campaña presidencial del próximo año.
Cuando era gobernador (en funciones) de Coahuila, Humberto Moreira, presumía que la ampliación de la carretera San Pedro-Cuatrociénegas iba a ser un detonador del desarrollo económico de La Laguna. Cuando fue candidato a gobernador, Rubén Moreira presumió exactamente lo mismo, que la ampliación de la carretera San Pedro-Cuatrociénegas iba a ser un detonador para el desarrollo económico de La Laguna. Todo esto está muy bien y suena bonito, el problema es que la mentada carretera todavía no existe. Tal parece que los recursos federales que don Rubén presumía haber amarrado para esta obra apenas llegaron a cuentagotas, por lo que el proyecto actual de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sólo contempla ampliar la vía 20 kilómetros del lado de San Pedro y 20 kilómetros del lado de Cuatrociénegas. O sea que eso y nada es prácticamente lo mismo, pero el delegado de SCT, Jesús de León, nomás no da color con el proyecto que, según él, sería retomado este año. A lo mejor la actividad en el Centro SCT también está paralizada porque don Chuy anda en la grilla para agenciarse una candidatura al Senado el próximo año. Mientras tanto, la obra que tantos beneficios iba a traer a la Comarca sigue existiendo sólo en los sueños de algunos políticos y los sueños, sueños son.
Otra obra que supuestamente también detonaría la actividad industrial en La Laguna y que sólo existe en el papel, es la del recinto fiscal en el Aeropuerto Internacional de Torreón, que lleva cuatro años en planeación y nada en ejecución. La “bolita” se la están tirando la empresa OMA, concesionaria del aeropuerto y el gobierno de Coahuila, que hasta ahora ha salido ganón con la ausencia del recinto fiscal aquí, porque la carga debe llegar al aeropuerto de Ramos Arizpe, propiedad del Estado, que se embolsa las cuotas. Los “ipecos” laguneros se la pasan como el chinito, “nomás milando” cómo rebota el tema de un lado a otro sin que se haga nada. Pero nuestros subagentes ven poco probable que, al menos la empresa OMA le vaya a entrar a la construcción del recinto fiscal, si tiene cuatro meses que no arregla la escalera eléctrica de la terminal.
Sin querer queriendo, el gober de Durango, Jorge Herrera Caldera, dejó claro quién gobierna en el Municipio de Durango, y no es precisamente el alcalde, Adán Soria. No es ningún secreto que los gobernadores de Durango también dobletean como alcaldes de la capital (lo mismo sucede en Coahuila), pero don Jorge de plano se descaró admitiendo que no ha dejado su vieja chamba. En una reciente visita a La Laguna, cuestionado sobre la suspensión del subsidio federal para seguridad pública de los municipios (Subsemun), el gober salió a dar las explicaciones que debió dar don Adán, y dijo que la fuente del problema había sido un “detallito” administrativo pero que ya se había resuelto pues ya había mandado la documentación necesaria al Sistema Nacional de Seguridad Pública. Quizá don Jorge ignora que el subsidio es un asunto que deben tratar directamente los municipios con el Gobierno Federal y que, al menos en teoría, los estados no tienen nada que ver. Como se había señalado aquí mismo, nuestros subagentes sospechaban que la bronca burocrática de Durango podría deberse a que el Gobierno Estatal es el que mete la mano en los trámites del subsidio. Como Gómez Palacio y Lerdo no resultaron afectados con la suspensión de la segunda entrega del Subsemun, la sospecha era que en esos municipios sí se hizo la chamba como debe ser. Ahora prácticamente don Jorge reconoce que, en efecto, los municipios de La Laguna están dejados a su aire, pero no así la capital, que esa sí es Durango, no “el interior”.