Entre las revelaciones sobre la “Deuda de la Gente” y las denuncias de la Secretaría de Hacienda ante la Procuraduría General de la República, una de las mayores interrogantes en torno a este escándalo es el paradero del exzar financiero del gobierno estatal, Javier Villarreal. El antiguo titular de Finanzas y del Satec se ha escondido con la misma habilidad con que escondió la deuda del Estado. Ahora, con los créditos ya renegociados, la discusión se centra en los responsables de haberlos contratado sin permiso del Congreso y el castigo que deberían recibir por las triquiñuelas que usaron. Dicen nuestros subagentes que el misterio sobre don Javier le conviene, paradójicamente, al Gobierno Federal, porque así se toman su tiempo en las investigaciones sobre falsificación de documentos y las sueltan hasta el próximo año, en plena temporada electoral.
Para abonar a las “teorías de conspiración”, cabe señalar que el esposo de doña Yadira dirige un periódico en la ciudad de Durango que responde a los intereses “herreristas” y que ha servido como punta de lanza para el golpeteo contra la administración de doña Rocío. Sin embargo, la alcaldesa no ha podido resaltar este punto y exhibir las fallas de origen en la planta tratadora pues al hacerlo arriesgaría que se abran los expedientes sobre la administración del curuleco Ricardo Rebollo, una posibilidad que se ve más cercana luego de que el Congreso le rebotara las cuentas públicas. Si este enfrentamiento se va hasta el fondo, seguramente van a empezar a salir los “detallitos” de las anteriores administraciones municipales y en la guerra de lodo nadie va a salir limpio, pues en el fondo de todo el problema está la carrera por la senaduría entre doña Leticia y don Ricardo. Por su parte, el gober Jorge Herrera ha tomado un papel de simple espectador y no se le ve ningún interés por dirimir el conflicto. Y mientras todos ven por su futuro político, a nadie parece importarle la suerte de los verdaderos afectados, los habitantes de Gómez Palacio.
Entre las revelaciones sobre la “Deuda de la Gente” y los anuncios de la Secretaría de Hacienda sobre denuncias presentadas en la Procuraduría General de la República, una de las mayores interrogantes en torno a este escándalo es el paradero del exzar financiero del gobierno estatal, Javier Villarreal. El antiguo titular de Finanzas y del Satec se ha escondido con la misma habilidad con que escondió la deuda del Estado; pero una vez que los créditos han sido renegociados, la discusión se centra ahora en los responsables de haberlos contratado sin permiso del Congreso y el castigo que deberían recibir por las triquiñuelas que usaron. Dicen nuestros subagentes que el misterio sobre don Javier por ahora favorece, paradójicamente, al Gobierno Federal, porque así se toman su tiempo para integrar las investigaciones sobre falsificación de documentos y las pueden soltar hasta el próximo año, en plena temporada electoral. Se comenta que estos cálculos contemplarían llamar a declarar a don Javier en medio de la campaña, para lo cual la PGR y Hacienda usarían órdenes de localización, presentación o incluso de aprehensión contra el exfuncionario. Obviamente el objetivo es maximizar el impacto político y darle un golpe al jefazo del PRI, Humberto Moreira, justo cuando esté arrancando la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Ante esto, el gober electo Rubén Moreira, no tendría más opción que echarle el “guante” a don Javier antes de que termine el año, para desactivar la tormenta política que les vendría encima y evitar que caiga en manos de funcionarios federales y les suelte toda la “sopa”. Fue muy revelador que el otro día, sin que viniera a cuento, don Humberto declarara que él mismo presentó una denuncia ante la Fiscalía del Estado por la falsificación de decretos para contratar créditos, lo cual fue interpretado como una señal de que el gober con licencia ya habría cortado el lastre de quien fuera uno de sus funcionarios consentidos. Aunque por otra parte el hecho de que la Fiscalía estatal no ha movido un dedo con esa denuncia, también sugeriría que no tienen el más mínimo interés en profundizar el asunto. Por cierto, es seguro que la Fiscalía muestre la misma diligencia y prestancia para esclarecer el robo de la oficina del exdirigente estatal del PAN, Reyes Flores Hurtado, donde desapareció una computadora con toda la información que tienen los blanquiazules sobre el polémico asunto de la deuda.
Como la chamba en la vicegubernatura de Desarrollo Regional anda muy apagada por aquello de que el gobierno estatal cortó los programas sociales y la obra pública, el vicegober Miguel Ángel Riquelme anda buscando en qué entretenerse, y nuestros subagentes comentan que fue llamado a la capirucha del esmog para ayudar a los curulecos coahuilenses en la negociación del presupuesto y conseguir los 16 mil millones de pesillos que el gober electo Rubén Moreira quiere para arrancar su administración, pues sólo tiene en su haber, pagarés vencidos. Se dice que don Rubén prácticamente se fue a acampar a la Cámara de Diputados para encabezar las negociaciones, pero tuvo que rescatar a don Miguel para que le echara la mano con la presentación de los proyectos. Y como el vicegober andaba sin quehacer, pues todo se acomodó y hasta le fue “más mejor”, pues de esta forma puede hacer méritos para quedar bien colocado. De ahí que no resulte extraño verlo abordar aviones rumbo a la “capirucha del esmog”, en los que la comodidad de la primera clase le ayudará a pensar cómo destrabar el presupuesto y como “trabarse” en la próxima nómina.
Luego de presentar sus “estrategias” para ver si sacan del hoyo de violencia a Veracruz y Guerrero, los altos mandos del gabinete de seguridad federal preparan un plan similar para la Comarca Lagunera que dicen sería anunciado la próxima semana con el mismo bombo y platillo que en los dos estados mencionados. Lo curioso es que, en ese caso, nuestros subagentes sienten un poderoso “déja-vu”, o sea la impresión de que ya habían visto “esa película” antes. Y es que los reclamos hechos por varios sectores de la sociedad (coordinación entre corporaciones, presencia permanente de fuerzas federales) son los mismos que se hicieron en mayo pasado cuando el secretario de Gobernación, Francisco Blake, anunció lo del “mando único” que no ha servido para gran cosa. Desde esa ocasión, Torreón ha visto los meses con más homicidios (empezando por 95 en junio), los índices de robos y asaltos permanecen altos, la policía municipal ha sufrido decenas de ataques y la balacera afuera del TSM puso a La Laguna bajo reflectores internacionales. Si todo eso pasó en los meses siguientes al anuncio de una nueva “estrategia”, los subagentes ya ni quieren imaginar qué pasará con esta nueva “estrategia”, pues hasta ahora los anuncios causan mucho revuelo y expectativa... y luego más delincuencia.
Y en esto de seguridad, nuevos reportes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos insisten en ubicar el paradero de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Durango. Los informes dicen que El Chapo se mueve por comunidades de la sierra de ese estado con un aparato de seguridad de hasta 300 personas, e incluso comentan que goza de la protección que le dan los habitantes de comunidades como Canelas o Tamazula. El reporte dice que en lo que va del año, el ejército ha ubicado al jefazo del Cártel de Sinaloa en tres ocasiones y en las tres se les ha “pelado”. La cuestión es que la protección de la que gozaría el capo involucra también a autoridades y cuerpos policiacos locales, y hasta ahora el gober Jorge Herrera Caldera no ha querido darse por enterado, (y, como dijo don Teofilito, ni querrá). Al igual que su antecesor, Ismael Hernández Deras, los movimientos del Chapo en Durango le tienen muy sin cuidado, pues en este caso, no se vería bien presumir que en el estado que gobierna (es un decir) vive a salto de mata un multimillonario de la lista de Forbes.