Ahora que la Auditoría Superior de Coahuila se puso brava con reveladores reportes de las travesuras que el Estado y los municipios hacen con las cuentas públicas, nuestros subagentes odontólogos se pusieron a revisar los registros dentales del auditor Armando Plata para saber por qué le salieron colmillos de la noche a la mañana, fenómeno rarísimo en la ciencia. Reportan los facultativos que la causa de la repentina dentición de don Armando fue un susto que le aceleró los procesos metabólicos.
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Se dice que al auditor le calaron unas declaraciones del senador y primer compadre Guillermo Anaya sobre su ausencia de años en la revisión de las cuentas públicas del gobierno estatal que permitió el endeudamiento que ahora tiene a Coahuila como ridículo nacional. Los subagentes comentan que don Armando se asustó con la posibilidad de que le fueran a enderezar una denuncia por la apatía con que hizo su chamba, que empezó a ver irregularidades por todos lados. Y no es que éstas no existan, sino que sorprendió el torrente de problemas que la Auditoría empezó a detectar, como si no hubieran existido antes. De entrada, el supervisor (es un decir) de las cuentas públicas le metió un calambre al Municipio de Torreón con gastos sin justificar por más de 400 millones de pesillos, lo que provocó que hasta el alcalde Eduardo Olmos se pusiera sarcástico refiriéndose a lo acucioso y riguroso trabajo que realiza en auditor. Luego fue la revelación sobre cómo ha aumentado la deuda de los municipios, seguida por la revelación de que los consejeros electorales privilegian sus sueldos sobre la promoción del voto. O sea que don Armando hizo en unos cuantos días la chamba que nunca realizó en los últimos años. Pero los subagentes sospechan que la Auditoría ha sacado las irregularidades en municipios y organismos estatales como una forma de distraer la atención del problema de fondo de las finanzas estatales, que es la deuda y la ausencia de una justificación. Porque mientras sigue el desfile de las cuentas públicas, los muchachos de don Armando no han encontrado todavía las obras y programas que justifiquen cada uno de los 36 mil millones de pesillos que debe Coahuila. O sea que a los colmillos todavía les falta crecer.
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El alcalde Eduardo Olmos dio su segundo informe de resultados en una sobria ceremonia cuyo paso tuvo que apurarse para que los asistentes llegaran a tiempo al silbatazo del juego del Santos. Por lo mismo, el contraste fue muy marcado con el año pasado, cuando se aventó su primer informe en un acto masivo. Don Lalo orientó su discurso al tema de seguridad, con un homenaje a los policías muertos en servicio, y apenas repasó las obras inconclusas, que todavía no puede presumir del todo. Y de hecho el aplauso a los policías fue el más sonado de toda la ceremonia, contrario a otras ocasiones, cuando las palmas se las llevan las “personalidades”. Pero en el evento del jueves éstas andaban escasas, pues el gober Rubén Moreira se disculpó y mandó de representante al secretario de Gestión Urbana, Óscar Pimentel, aunque don Lalo le dedicó algunas menciones al nuevo gober y a su esposa, la diputad Carolina Viggiano, por no dejar. Otros que prefirieron irse a otra cosa fueron la alcaldesa de Gómez Palacio, Rocío Rebollo, y el obispo José Guadalupe Galván, que mandaron representantes. El discurso fue breve y para cuando don Óscar se paró a decir unas palabras, el teatro Martínez se empezó a vaciar porque ya urgía llegar a ver el juego.
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La ausencia del gober Rubén Moreira en el informe del alcalde fue de lo más comentado, aunque resultó obvio que don Rubén prefirió estar en la sede del PRI para la unción del nuevo jefazo del partido, Pedro Joaquín Coldwell. Nuestros subagentes jurásicos reportan desde allá que el gober andaba muy serio, quizá porque debe ser raro ver al que se quedó con la chamba de su hermano. De hecho, se comenta que el gober de Coahuila es el que tiene la posición más incómoda entre sus colegas del tricolor, pues mientras los demás gobernadores pueden empezar a marcar distancia del exdirigente Humberto Moreira, el único que no lo puede hacer es don Rubén, a quien por asociación se le marcaría con el estigma de la irresponsabilidad financiera, que seguramente será bandera de los panistas el próximo año. Pero eso les pasa por andar operando “sucesiones fraternas”.
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Los regidores panistas con licencia Marcelo Torres y Rodolfo Walss siguen haciendo méritos para agenciarse candidaturas a diputados, lo cual seguramente los motivó a armar una manifestación en el informe del alcalde. Dicen nuestros subagentes que don Marcelo estaba particularmente ardido porque en la sesión de Cabildo donde le aprobaron su licencia se llevó fuertes reclamos de parte del tercer regidor José Ganem, que lo acusó de irresponsable por dejar el puesto y le exigió que devuelva el aguinaldo que ya cobró. Don Marcelo suspira por la postulación en el distrito 6 (centro de Torreón), pues en las últimas encuestas aparece como inclinado hacia el PAN, que lo ha ganado en tres de las últimas cinco elecciones. Otro que también andaba por ahí es el exdelegado de Desarrollo Social, Luis Fernando Salazar, que ya trae muy afinado el rollo de las protestas, pues las ha escenificado también en Saltillo. Según los subagentes, el objetivo de don Luis es recibir una golpiza de la policía para presentarse como mártir a la contienda por el Senado, pero hasta ahora ni aquí ni en la peronera capital le han dado el gusto.
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Nuestros subagentes en Gómez Palacio comentan que la alcaldesa Rocío Rebollo prepara algunos cambios en su equipo para arrancar el año con menos pretextos a los regidores del PRI y el PAN que le están dando mucha lata. Dicen que en la cuerda floja están el tesorero Miguel Chibli y el director de Obras Públicas, José Betancourt, aunque otro que podría salir es el secretario de Protección y Vialidad, Víctor Cordero. De hecho, dicen nuestros subagentes que doña Rocío está en una disyuntiva, pues el jefazo de la Policía le exigió como condición para permanecer en el puesto la salida de don Miguel y don José porque según esto lo han metido en muchas broncas con el ejercicio del Subsidio de Seguridad Pública para los Municipios, que lo hicieron quedar mal con el Gobierno Federal. Hasta ahora no se sabe para dónde va a cabecear la alcaldesa, pues por mantener a los titulares de la Tesorería y Obras Públicas podría perder a su mando policiaco. Algunos subagentes apuntan a una decisión salomónica, con la salida sólo de don José, pero manteniendo al tesorero, quien es uno de sus funcionarios consentidos, y convencer al jefe policiaco de que se contente con eso. ¿Será?
