La supercomputadora Pony ya se encuentra lista para emitir las tradicionales calificaciones de fin de año, equipada con nuevos bulbos y microprocesadores comprados a muy buen precio en el Mercado Juárez durante la barata del Buen Fin. Nuestros subagentes le apretaron tuercas, la vistieron con toga y birrete recién salidos de la tintorería y le limpiaron el escáner para que pueda leer fielmente los datos sobre funcionarios de La Laguna y de Coahuila y Durango que tuvieron la suerte de cobrar en la sagrada nómina y se salvaron de vivir en el error. Huelga decir que la Pony quedó maltrecha el año pasado de tanto rechinar con los funcionarios, por lo que tuvo que ser sometida a extenso servicio y este año las calificaciones se emitirán en tres entregas, para dar tiempo a que la máquina respire. Por ahora ya está lista para la primera entrega, que hoy toca a los funcionarios de Matamoros, San Pedro y Francisco I. Madero. Venga el redoble de tambor.
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En Matamoros el alcalde Guillermo del Real se pasó el año nadando "de muertito", al igual que el pasado, pues el municipio continúa con graves problemas de infraestructura y servicios. Las calles de la ciudad son un desastre y la red de agua potable no se queda atrás. Además, las obras de remodelación del centro han quedado en puras buenas intenciones y la poca obra que se ha hecho corrió por cuenta del gobierno estatal. De ahí que no haya extrañado el hecho de que don Memo batalló mucho para leer su segundo informe, pues no tenía mucho que informar. Además, el municipio se mantiene como una guarida de delincuentes y la seguridad pública está por los suelos, lo que no ha sido resuelto ni siquiera con el cambio de jefe de la Policía, decisión que, por cierto, ni siquiera tomó el alcalde, sino que le fue impuesta por la Secretaría de la Defensa, lo cual ratifica que no tiene control sobre la comuna. En una nota positiva, la administración de recursos ha mejorado y este año Matamoros fue de los municipios que menos observaciones recibieron por parte de la Auditoría Superior del Estado. Este último dato salvó a don Memo de recibir una calificación cercana al cero, pero aún así la Pony dictaminó que su gestión sigue reprobada, con un feo CINCO similar al del año pasado. // El tesorero Francisco Benavente tuvo un buen desempeño por el hecho ya mencionado de que la Auditoría del Estado no ha hecho muchas observaciones, pero además ha sabido lidiar con problemas que van desde regidores avorazados hasta la falta de dinero. Don Francisco se "fajó" frente a los ediles que se querían llevar tres meses de aguinaldo, consciente de que la situación financiera no da para esos excesos. Pero la sequía en las arcas municipales ha resultado en cortes en servicios básicos como agua y electricidad, pero en lugar de pagar las cuotas debidas a Conagua y la Comisión Federal de Electricidad, don Francisco ha tenido que negociar acuerdos. Esto evitó que la Pony reventara un fusible y le mandó al tesorero un SIETE que puede mejorar. // Al recibir los datos del director de Obras Públicas, Rogelio Ayup, la Pony hurgó en sus archivos para comparar las declaraciones del funcionario con la realidad y de plano decidió que las cuentas no salen. La Pony tenía muy presente cuando don Rogelio dijo que en general el pavimento matamorense es "aceptable y funcional" y sólo admitió uno que otro bache, pero cuando la computadora analizó fotografías que demuestran el desastre que son las calles de la ciudad, de plano determinó que el jefazo de Obras Públicas no tiene idea. Luego de rechinar y tronar un fusible, la Pony le mandó un feo CUATRO. // El director del Simas, Jesús González, llegó al cargo este año a lidiar este año con cortes de electricidad por falta de pago y la ciudad sufre constantemente por la falta de agua. No ayuda que la cartera vencida ronde el 50 por ciento de los usuarios, pero tampoco se han hecho esfuerzos por regularizar esta situación. Además, la empresa de agua permanece opaca y no hay transparencia sobre sus finanzas, por lo que la Pony no pudo evaluar la dimensión del problema financiero que enfrenta la empresa que sigue bajo sospecha de ser la caja chica del Municipio. La supercomputadora no pudo conectarse a los sistemas del Simas porque les habían cortado la luz y apenas alcanzó a emitir un seco TRES. // El director de Seguridad Pública, Edgar Cabrera, apenas tiene cuatro meses en el cargo, enviado por el Ejército para sustituir al general retirado Juan Carlos Pacheco. Ninguno de los dos jefes han podido frenar la penetración de la delincuencia en la Policía de Matamoros, lo cual ha vuelto al municipio un lugar cada vez más inseguro. Al menos don Edgar llegó con algunos proyectos para capacitar elementos y arreglar las patrullas descompuestas, pero la vigilancia es notoria por su ausencia. La Pony fue conectada a la base de datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cuyas evaluaciones señalan cero por ciento de avance en la depuración y profesionalización, por lo que la supercomputadora duplicó la cifra y mandó un horrible CERO.
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En Francisco I. Madero, el alcalde Cristóbal Marrufo ha convertido la Presidencia Municipal en un negocio familiar, por tanto pariente metido en la nómina, y la maneja como si fuera su empresa. Además de que, por cierto, su empresa es proveedora del Municipio, lo cual resulta en un negocio redondo. Don Cristóbal se distingue por aventarse maratónicas sesiones de Cabildo de los que no sale ningún acuerdo, mientras que las finanzas municipales son opacas y la obra brilla por su ausencia. Hasta la Pony, ya programada para tomar en cuenta que Madero siempre ha tenido gobiernos desastrosos, se sorprendió en esta ocasión y luego de temblar, tronar un bulbo y ponerse verde, mandó un feo TRES. // El tesorero municipal Fernando Pámanes es uno de los responsables del lamentable estado del Municipio. Este año recibió múltiples observaciones de la Auditoría Superior del Estado, además de que ha aumentado la deuda sin que se conozca el destino del dinero, una historia muy conocida en Coahuila. La Pony recuperó el archivo del año pasado y recordó que había dado el beneficio de la duda a don Fernando, pero este año de plano lo perdió, por lo que le mandó un oscuro TRES. // Para evaluar al director de Obras Públicas, Tomás Botello, la Pony tuvo que esperar bastante tiempo para conectarse a la oficina del funcionario pues resulta que don Tomás pocas veces se para por ahí. Pero tampoco es que necesite ir mucho, pues prácticamente no hay obra pública significativa. La causa es la falta de dinero, lo que no es responsabilidad directa del funcionario, pero aún así cobra de lo lindo en la nómina, por lo que se lleva un CUATRO. // Con eso de que el Municipio es negocio familiar, resulta lógico que el director del Simas sea Juan Antonio Marrufo, hermano del alcalde, quien encabeza un serio deterioro en las finanzas de la empresa. La cartera vencida casi de duplicó este año y hay una fuerte deuda en el pago de electricidad. Don Juan ha resuelto algunos problemas de abasto por lo que la Pony consideró que al menos el servicio no se ha afectado, aunque eso no le sirvió para salvarse de quedar reprobado con un CINCO. // El director de Seguridad Pública, Andrés Izaguirre no ha podido avanzar con la modernización de la Policía y mucho menos contener la ola de robos que azota al Municipio. La cosa es tan grave que los malandros hasta se roban los carros afuera de la Presidencia Municipal. La infiltración criminal también ha sido evidente y la mejora de la corporación es nula, son tan arcaicos que las detenciones todavía se registran escritas a mano en una libreta. Como ahí no conocen eso de la modernidad, la Pony batalló para procesar datos analógicos y casi se desviela, por lo que emitió un feo CERO.
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En San Pedro el alcalde Jorge Abdala se aplicó a corregir algunos problemas que le dejó su antecesor Arturo Babún, sobre todo en la cuestión financiera. En este año, don Jorge logró bajar la deuda que recibió de 69 a 37 millones de pesillos, lo cual le deja más margen de maniobra y también anduvo activo en la promoción de inversiones, logrando el regreso de la planta de Sumitomo. La Pony procesaba estos datos de manera fluida hasta que recibió información sobre la situación de seguridad, pues San Pedro tiene una fuerte presencia de grupos criminales. Un buen detalle fue que don Jorge logró meter al Municipio en el subsidio federal de seguridad pública y aunque hubo algunos detallitos con su manejo que provocaron que se congelara una partida, el alcalde logró solventar las observaciones y recuperar el dinero. La Pony, que todavía no se recuperaba del desastre que fue la gestión anterior y el primer año de la actual, le mejoró la nota al alcalde y le mandó un SIETE. // El tesorero municipal Rodolfo López tuvo una gestión adecuada en el manejo de las finanzas, con el retiro de casi la mitad de la deuda y además puso orden en el ejercicio del presupuesto lo que le valió pocas observaciones de la Auditoría del Estado. Para la Pony fue un dato alentador que le mereció a don Rodolfo un decoroso SIETE. // El director de Obras Públicas, Marco Antonio Quezada, corrió con prisas para cerrar su programa de obras, principalmente en los ejidos del Municipio que andaban urgidos de una "manita de gato". La mayor parte de la obra corrió por cuenta del Estado, pero don Marco la complementó con acciones municipales. La Pony recorrió algunas zonas de San Pedro, pero a diferencia de años anteriores ya no quedó tan traqueteada y después de sacudirse el polvo emitió un SIETE. // El director del Simas, José Ferniza se mantuvo en el cargo gracias a que es cuatacho del alcalde, lo cual siempre le ha reventado los bulbos a la Pony, pero este año el funcionario ya empezó a rendir algunos resultados. Por lo pronto, ha pagado parte de la deuda con la Comisión Federal de Electricidad, lo que ha evitado los cortes de agua y hasta de han aventado algunas inversiones en colectores y la planta tratadora. La Pony hizo el cómputo del aprendizaje que don José ha tenido en el cargo y determinó que su diagnóstico inicial de ineptitud logró corregirse, por lo que le envió un SEIS que puede mejorar. // En la dirección de Seguridad Pública, el jefazo Heberto López tiene apenas tres meses en el cargo, tras sustituir al general retirado Rafael García, quien nunca dio resultados en el cargo. Como don Rafael fue el encargado de la seguridad municipal la mayor parte del año, la Pony le puso un feo TRES por la incapacidad para mejorar la Policía a su cargo durante más de un año y medio al frente, pues los recursos del subsidio federal aún no han rendido frutos pues todavía hay rezago en la mejora de la corporación y la ola criminal no se ha abatido. La Pony consideró que el tiempo de don Heberto ha sido insuficiente para darle una calificación, por lo que reservó juicio para el próximo año.
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Con esto, la Pony se retira para un cambio de aceite y balatas mientras se afinan los microprocesadores que le permitirán evaluar el desempeño de las administraciones municipales de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo el próximo miércoles, para cuando se espera que ya esté repuesta de la "cruda" de mañana. Por lo pronto, la Pony se quita temporalmente toga y birrete para ponerse gorrito de Santa Claus y desear a todos una muy Feliz Navidad.
