La noche se llenó de energía luego de que, como parte de su "tour" "Evolution 2011", Paul van Dyk construyó un "Castillo en el cielo", poniendo a vibrar a los miles de seguidores que se dieron cita en un parque de diversiones de esta capital.
Las más de cuatro mil personas que asistieron la víspera al Teatro Chino de Six Flags se movieron y bailaron al ritmo de los beats del trance creado por el multipremiado DJ alemán, quien durante 120 hizo que sus creaciones retumbaran en el recinto.
El parque entero comenzó a llenarse de euforia a partir de las 21:00 horas, con la presentación de los DJ mexicanos José Spinnin e Iván Mateluna, quienes fueron los encargados de calentar los ánimos del público.
Al finalizar la antesala y mientras duró la espera, los asistentes reunidos al pie del entarimado corearon una y otra vez el nombre del DJ y productor, para demostrar que estaban impacientes de que ya apareciera en escena.
Fue justo 15 minutos después de la medianoche que comenzaron a escucharse los primeros sonidos de "Evolution", sencillo de la nueva producción de Van Dyk con el que arribó al escenario, dando comienzo al set que, pese al frío, en todo momento hizo mover los cuerpos de los presentes.
A continuación, la concurrencia pudo disfrutar de grandes éxitos como "For an angel", "Let go" y "Time of our lives", durante los cuales los frenéticos fans no pararon de bailar, saltar y agitar los brazos al ritmo de la música que incansable surgía de la tornamesa.
"Nothing but you", "Tell me why", "Crush" y "We are alive" fueron los siguientes en recorrer con sus bits el recinto, donde el considerado como uno de los mejores DJ del mundo volvió después de casi un año, para reconquistar el suelo azteca.
El público se estremeció cuando escucharon los acordes de "Home", tema que con gran euforia fue coreado al pie de la letra por los emocionados jóvenes, mismos que se estremecieron al ver que su ídolo los grababa con su teléfono móvil, para llevarse un recuerdo de la entrega de los mexicanos.
La fiesta electrónica continuó a todo lo que daba, y en uno de los momentos en que el éxtasis se dejaba sentir con más fuerza, Van Dyk hizo una pausa para ponerse una chamarra, ya que el frío se sentía cada vez más intenso en el sur de la capital metropolitana.
Así, después de abrigarse continuó con la música, pero para sorpresa de los fans sólo estuvo algunos minutos más arriba del escenario, después de los cuales concluyó alzando los brazos en señal de agradecimiento al público capitalino.
Fue entonces como entre abucheos, chiflidos y gritos de inconformidad, finalizó una noche llena de movimientos y mezclas, que hicieron correr por las venas del entregado público la "Evolución" de Van Dyk, cuyo próximo reto será prender a la ciudad de Monterrey.
