Doña Laura es una trabajadora jubilada, actualmente cuenta con 72 años de edad y cada día primero del mes acude al banco para cobrar su pensión. posteriormente se dirige al mercado y después de hacer sus compras para el mes, se dirige hacia su casa a bordo de un taxi; poco después de llegar a su domicilio, toma una bolsa y en ella deposita algunos víveres así como artículos de limpieza de los que había comprado previamente y caminando dos cuadras toca la puerta de una humilde vivienda donde es recibida con una gran sonrisa doña Eustolia que también es una persona que frisa los 70 años de edad, la hace pasar, y las dos se dirigen hacia una recámara de la vivienda en cuestión, en una cama, yace don Tomás quien tiene ya algunos años postrado en la misma pues padece de artritis reumatoide y es esposo de doña Eustolia, es evidente que lleva años sin poder trabajar. Después de pasar el rato platicando con ellos les hace entrega de los víveres y artículos que lleva consigo y se retira.
Lupita es compañera de Jorgito, ambos acuden a la misma primaria y cursan el tercer año, todas las mañanas a la hora del recreo, la niña comparte la mitad de su desayuno con su compañero, aunque, en algunas ocasiones lleva un poco más y así los dos se sienten más satisfechos. El niño es hijo de una trabajadora de maquiladora, que es madre soltera, y su sueldo apenas le alcanza para medio comer y medio vestir, y a pesar de tener estudios técnicos, no ha podido colocarse en un empleo mejor, por lo que su hijo se tiene que ir sin desayunar la mayoría de las ocasiones.
Nancy, es una mujer que vive del sueldo que su esposo percibe, y al igual que muchas mujeres hace increíbles esfuerzos por conseguir que le alcance para todo, desde los gastos de la casa como la luz, el agua, teléfono, etc. así como para la alimentación de su familia. Hace tiempo que ella tiene un digamos "pasatiempo"; que consiste en dar de comer a cuanto perrito callejero encuentra por el rumbo de su colonia, y el día de hoy no es la excepción pues localizó un pobre animal que apenas se puede poner en pie por la debilidad que lo acompaña y es evidente que lleva muchos días sin probar alimento, amén de que se encuentra lleno de sarna y casi no tiene pelo, por lo que mucha gente al verlo se apartan del animalito, sin embargo ella no siente ninguna aversión y con mucho cariño se acerca al pobre animal, y de un recipiente le ofrece de comer devorando en unos momentos el pobre animalito lo que ella le ha ofrecido, agradeciendo el gesto con un ligero movimiento de su colita.
Amables lectores los tres ejemplos anteriores nos demuestran que en este mundo existe mucha gente buena y que no importando la edad o la condición económica de las mismas, queda demostrado que no se necesita tener grandes cantidades de dinero para poder llevar a cabo uno de los actos más nobles del ser humano que es la; caridad.
La Madre Teresa de Calcuta, llevó un día a un hospital a un pordiosero que agonizaba en las calles de la ciudad y que literalmente se batía en sus propias inmundicias, y aunque fue recibido a regañadientes por el personal de dicho nosocomio, al estar siendo atendido el pobre hombre falleció. Por la noche la Madre Teresa le reclamaba a Dios con ira que ¿Qué había hecho él? (refiriéndose al Señor) para evitar que todo esto pasara, y desde su interior una voz le contestó: ¡té he hecho a ti!
Y el Señor, no nada más se ha referido a la extinta Madre Teresa, sino a todos nosotros, pues con nuestras manos podemos hacer cosas sencillas que llevan implícito un cambio en el entorno en que vivimos. Acuérdate amable lector, que los pequeños detalles son los que llevan más felicidad a ti y a las personas que nos rodean, y para terminar recordemos lo que Cristo dijo un día a sus condiscípulos: "todo lo que le hicieres a un hermano, es como si me lo hicieres a Mí" ¡qué pasen una feliz semana!
Por uno de mis cafés preferidos, tuvimos la fortuna de saludar a un buen amigo a quien conozco desde la primaria y es una persona de gran calidad humana, (aparte de que es pediatra) y desde esta columna le envío un fraternal abrazo al Dr. Antonio Ávila Perches deseándole lo mejor a él y a su familia.
Comentarios y sugerencias al correo electrónico: lavidayelservicio@yahoo.com.mx