"AL MAESTRO... SIN CARIÑO"
(Primera de dos partes)
Amables lectores lo que a continuación voy a exponer ha ocurrido en varias escuelas tanto públicas como privadas:
Un pequeño niño de 8 años de edad se sube a un pupitre y en claro desafío hacia la maestra del salón le arroja pedazos de gis que hacen blanco sobre la humanidad de la mentora, cuando ésta trata de reprimirlo él le advierte: "Si me toca, la voy a denunciar ante derechos humanos para que la corran". Al mismo tiempo arenga a sus compañeros para que también le arrojen los objetos que tengan a la mano. Al citar a la madre del menor la maestra es amenazada por la progenitora del pequeño con levantar firmas para correrla de la escuela por el mal trato que ella le ha prodigado a su pequeño.
Un joven de secundaria de 14 años es sorprendido por su maestro de educación física cuando junto con otros compañeros ingería bebidas embriagantes en un lugar del jardín de la escuela privada; por lo que citan a la dirección a alumnos y padres de familia. El padre del menor escucha sin inmutarse la acusación en contra de su hijo. A la semana siguiente unos "guaruras" esperan a la salida del colegio al maestro en cuestión y después de amagarlo lo llevan a la fuerza hacia una lujosa camioneta de donde desciende el padre del menor; los guaruras sujetaron al mentor de ambos brazos y el hombre lo golpea en la boca y en el rostro así como en el estómago; al tiempo que saca una pistola y poniéndosela en la cabeza al profesor lo insulta y lo amenaza con matarlo si se vuelve a meter con su hijo.
Una menor que estaba mojando con una botella a sus compañeritas de clase es sujetada por la maestra del 3er año de primaria y le quita dicha botella pues aparte le había mojado sus libros que tenía sobre el escritorio y la reprende verbalmente sin que el asunto pase a mayores; otro día la madre de la menor junto con otras madres de familia se apostan a la entrada de la escuela solicitando "corran" a la maestra pues la acusan de abusadora con los menores de edad y para llamar más la atención cita a los medios de comunicación quienes le hacen orquesta en contra de la mentora teniendo que intervenir las autoridades educativas quienes sin pensarlo dos veces suspenden a la maestra de sus funciones y "asunto arreglado".
Dos pequeñitas de kínder se pelean por un juguete propiedad de una de ellas, por lo que la maestra interviene sin brusquedad y para zanjar por el momento el asunto les quita dicho juguete; la niña dueña del mismo suelta el llanto, acción que es presenciada por la madre de la menor pues estaba por concluir el horario de clases, y sin pensarlo se abalanza a insultos contra la sorprendida maestra amenazándola con "madrearla" en cuanto ella saliera de la escuela.
Un muchacho de 4 años de primaria, valiéndose de poseer un físico más corpulento que la mayoría de sus compañeros de clase, vapulea y empuja hacia el suelo a otro condiscípulo suyo y al ver la acción la maestra de grupo trata de sujetar al corpulento menor y éste enojado logra sujetarla por el dedo índice fracturándoselo en el acto. Meses antes, dicho niño ya tenía reporte de haber agredido a otro profesor al cual le ocasiona dolorosa mordida en un brazo, el padre del menor hace caso omiso de los reportes de su hijo el cual envalentonado se atreve a llevar en su mochila una navaja con la cual llega a herir a uno de los conserjes de la escuela al acudir en apoyo de la maestra del menor.
Podemos llenar este prestigiado diario con innumerables ejemplos de agresiones hacia los maestros y no terminaríamos, pero el objetivo de esta columna de exponer los casos ya citados con la finalidad de señalar lo deteriorado que se encuentran las relaciones entre alumnos - maestros y lo más grave aún es constatar la génesis de los problemas que actualmente viven millones de maestros no sólo en México sino en todo el mundo.
Cuando el que esto escribe era niño, al igual que otros amigos y compañeros de la primaria éramos muy inquietos y desde luego traviesos pero sin llegar a la maldad, pero si una maestra o peor aun la directora te llamaban la atención te atenías a las consecuencias de tu conducta, y cuidado de que por tus travesuras mandaran llamar a tu papá o a tu mamá porque entonces (sobre todo tu papá ) te ponían unas felpas de Dios y Padre Nuestro, pero hoy en día las cosas han cambiado y los que se están llevando la peor parte son muchos buenos docentes de miles de escuelas.
La semana que viene trataremos de exponer la problemática en torno a este grave problema que viven los trabajadores de la educación... continuará.
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