"Qué terriblemente extraño tener 70."
Paul Simon
Para los jóvenes es difícil entender a los viejos. Paul Simon tenía 26 años cuando escribió su ya clásica canción "Old Friends" ("Viejos amigos") en la que reflexionaba: "¿Puedes imaginarnos dentro de muchos años, compartiendo calladamente una banca del parque? Qué terriblemente extraño tener 70."
Cuando en 1968 salió a la luz Bookends (Sujetalibros), el disco que contenía esta canción, toda una generación se rebelaba contra los viejos. Simon, el compositor del dúo Simon & Garfunkel, era uno de los líderes de esa rebelión internacional. En los Estados Unidos se había popularizado la frase: "No confíes en nadie de más de 30." Como tantos otros jóvenes de la historia Simon pensaba, quizá, que nunca envejecería. Cumplir 70 años era algo tan distante que parecía irreal.
Sin embargo, ayer, 13 de octubre, Paul Simon cumplió 70 años de edad. Mick Jagger de los Rolling Stones suma 68. Paul McCartney de los Beatles, quien escribió a los 16 "¿Todavía me necesitarás, todavía me alimentarás, cuando tenga 64?", ha llegado a los 69. Bob Dylan, el profeta de la rebelión que sentenciaba el mundo de los viejos con canciones como "A Hard Rain's a-Gonna Fall" ("Va a caer una dura lluvia") y "The Times They Are a-Changin'" ("Los tiempos están cambiando"), y que escribió la versión original de "Forever Young" ("Por siempre joven") que en una forma modificada popularizaría más tarde Rod Stewart, tiene ya 70. El propio Stewart, el impenitente don Juan, es un adulto mayor de 66.
La juventud es rebelde por naturaleza. La sabiduría popular nos lo dice de mil maneras: "Si no eres comunista a los 17, no tienes corazón; pero si lo sigues siendo a los 40, no tienes cerebro." La generación de la rebeldía de los años sesenta parecía lista para cambiar el mundo. En 1968 una serie de movimientos juveniles de protesta surgieron de manera espontánea en lugares tan distintos como Praga, París, Nueva York, México y San Francisco.
No hay duda de que la rebeldía de los jóvenes de los sesenta transformó la realidad. Las organizaciones filantrópicas empresariales, el activismo político de los ciudadanos, la conciencia ecológica, el rechazo a la guerra y el pacifismo surgieron o por lo menos se fortalecieron en los años sesenta. De esa misma década viene la internacionalización del rock y el consumo de drogas entre los jóvenes.
Los rebeldes de los sesenta, sin embargo, se han vuelto más moderados con la edad. En algunos casos, de hecho, se han ido al otro extremo de la paleta política y se han vuelto conservadores.
La fuerza que tuvieron los jóvenes en los años sesenta provenía en parte de sus números. Después de la Segunda Guerra Mundial hubo una oleada de nacimientos en muchos países del mundo, entre ellos notablemente en los Estados Unidos. Cuando esos jóvenes alcanzaron la mayoría de edad en la década de 1960 tenían no sólo el vigor de la juventud sino la fuerza que radica en los números.
Hoy los baby boomers se están haciendo viejos. No me imagino que Paul Simon haya pasado ayer su cumpleaños número 70 sentado melancólico en una banca de un parque. Seguramente tuvo una cena o una fiesta con sus hijos y sus nietos.
Quizá en algún momento pensó, sin embargo, en ese joven rebelde de 26 años que en 1968 escribió la canción Bookends, cuando los 70 años parecían inconmensurablemente lejanos: "Tiempo era, y qué tiempo era, era / un tiempo de inocencia, un tiempo de confidencias / hace mucho, debe ser, tengo una fotografía / conserva tus recuerdos, son todo lo que te queda."
RANAZO
Todo parece indicar que la tragedia del Casino Royale de Monterrey no ha quedado impune. En un principio fueron detenidos los autores materiales. Ayer fue presentado por el Ejército Carlos Oliva Castillo, alias La Rana, el miembro de Los Zetas a quien se atribuye haber ordenado la acción. Las detenciones, sin embargo, no hacen que desaparezca la sensación de pérdida de las víctimas.
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